En el año 2013, Peter Harper, un músico y compositor en crisis, viajó a una idílica playa al norte de Irlanda para escapar de sus problemas. Once años más tarde, Peter Harper ha cambiado su nombre por el de Álex y su aspecto por el de Javier Rey, el protagonista del nuevo thriller psicológico de Netflix, La última noche en Tremor. La novela original, escrita por Mikel Santiago, se convierte ahora en una ficción de ocho episodios de lo más adictivos. Oriol Paulo ha sido el encargado de adaptar la novela con maestría, demostrando que sigue siendo el rey del suspense después de títulos tan populares como Los renglones torcidos de Dios, Durante la tormenta o Contratiempo.
"El thriller no deja de ser una excusa, un revestimiento en el que tú puedes envolver una historia para hacerla mucho más apetecible para el espectador. En el caso de Tremor, creamos un thriller psicológico que tiene una carga bestia y un punto fantástico. Creo que, cuando acabas de ver la serie, te das cuenta de que te has pegado un viaje muy bestia con cuatro personajes que has ido desmontado durante todo el visionado", explica Paulo a SensaCine, quien también ha tomado la decisión de alejar al protagonista de la costa de Irlanda para hospedarle en España, concretamente en Puerto de Vega, Asturias.
En la habitación de al lado nos espera Javier Rey junto a Ana Polvorosa, quienes nos confiesan que, mientras los usuarios de Netflix disfrutarán de ocho episodios en la pequeña pantalla, ellos han tenido la sensación de rodar ocho películas en una sola. "Es una de las cosas más intensas que siento que he hecho. Puedes tratar los textos, las películas o las series con un cierto grado de distancia y aquí se decidió que eso no iba a ocurrir. Entonces, claro, hay que enfangarse. ¿Cómo lo generas? Pues enfangándote: lo que siente el tipo, lo sientes tú, y lo que siente Judy, lo siente Ana Polvorosa", nos explica Rey, quien ha tenido que profundizar en un "cierto grado de oscuridad" para logar dar vida a Álex, un aclamado músico que vive una pesadilla cuando, tras un peligroso accidente durante una tormenta, empieza a experimentar extrañas visiones sobre sus vecinos.
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Esos vecinos no son nada menos que Judy, interpretada por Polvorosa; Leo, a cargo de Willy Toledo; y María, a quien da vida la ganadora del Goya Pilar Castro, la única actriz del reparto que ya había experimentado con el género thriller durante su trayectoria. "Yo hice Ventajas de viajar en tren", recuerda la actriz a SensaCine. "Es muy diferente rodar una película a hacer una serie, especialmente una tan intensa en todos los aspectos. Ha sido muy duro. Además, en los thrillers psicológicos siempre hay mucha lluvia, mucha sangre... Es difícil mantener un racord emocional durante una serie con tantas idas y venidas, pero te atrae mucho como actor, porque es un reto meterte ahí y vivirlo".
Reto que, según nos explica Willy Toledo, ha sido especialmente duro para su principal protagonista: "Son ocho películas reales, porque los episodios duran una hora y veinte. Para mí, Javier Rey ha hecho cuatro películas de Marvel. Quiero expresar mi absoluta admiración para Javier Rey, porque yo no hubiera aguantado esto. Me habría bajado de la serie a la mitad. No solo por el talento que tiene, sino por aguantar el rodaje con una sonrisa y siempre con muy buen rollo. La gente no es consciente de lo que conlleva rodar una serie así".
La música y los traumas, ejes centrales de la historia
Lo que parece una idílica escapa al norte de España, rápidamente se convierte en una pesadilla para Álex. El premiado compositor debe refugiarse en Asturias para recuperar el aliento y buscar la inspiración con la que ha contado durante toda su trayectoria.
Esta fue la oportunidad perfecta para que el equipo contase con el aclamado Fernando Velázquez, responsable de las bandas sonoras de Lo imposible, El Orfanato, Los renglones torcidos de Dios y, además, de la serie Patria. Velázquez ha recibido cinco nominaciones a los premios Goya y fue galardonado en el año 2017 por su trabajo en Un monstruo viene a verme. Este 2024 también ha sido premiado en la categoría de Mejor Banda Sonora Original por La casa, la última cinta de Álex Montoya, en el marco del 27º Festival de Cine de Málaga.
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"Hemos estado muy encima de Fernando, porque en esta serie, a diferencia de otras producciones, necesitábamos la música antes de comenzar el rodaje. No toda, pero sí una buena parte, ya que el protagonista es un pianista que toca en escena, por lo que necesitábamos tener la partitura antes de grabar", nos adelanta Paulo antes de que Rey nos explique que ha tenido que trabajar para comprender cómo relacionarse con "ese mueble" nuevo que introdujeron en su casa: "Bueno, tuve varias personas ayudándome a lo largo de un año, medio inventamos un sistema para que yo pudiera entender qué es esto de la música. Fíjate, a nivel musical era todo tan complejo que mi primera obsesión fue que mi relación con el mueble fuera real".
¿Cómo se relaciona alguien con un piano que lleva tocando desde los 4 años? ¿Qué hace? ¿Cómo se sienta? ¿Es académico o no es académico? ¿De qué manera toca? Es decir, no es solo la música, es un todo. Pasan muchas más cosas alrededor del piano. Entonces, no era solo la música, era este 'tourmalet' que hay que subir. Pero bueno, le metimos muchas horas y, gracias a un gran equipo a mi alrededor, salió
Todo en La última noche en Tremor está dispuesto para crear una atmósfera opresiva, una que te envuelve y no te suelta durante un largo período de tiempo. A la actuación de Rey se suma la música de Velázquez y un particular diseño de sonido que provoca que un "tic tac" se quede grabado en tu mente. "Hay una parte psicológica en todo el sonido, obviamente. Había un 'tic tac' que es como el mar que tiene Javier Rey en la cabeza, un sonido que escuchas prácticamente durante toda la serie", continúa Paulo.
"Los lleva a la sanación pasando por un verdadero infierno"
Los traumas del pasado persiguen a los cuatro protagonistas durante toda la ficción, logrando que los sientas en primera persona en cuestión de minutos. "Creo que es una serie que te hace reflexionar. Te das cuenta de lo creativo y original que ha sido Oriol al contar el trauma de estos personajes y cómo los lleva hacia la sanación pasando por un verdadero infierno", recuerda Castro durante nuestro encuentro, antes de que Toledo nos confiese que el episodio cuatro es el que más le hizo sufrir: "Sinceramente, creo que la serie en general es una auténtica barbaridad".
De un modo u otro, quien se lleva la peor parte es Ana Polvorosa. El episodio cuatro es tan difícil de ver como de interpretar y la actriz de Pieles es su principal protagonista. Lejos de compartir spoilers, Polvorosa hace un trabajo magistral a la hora de llevar a la pequeña pantalla las consecuencias de un problema que, desgraciadamente, está a la orden del día.
Está en Netflix, ganó 7 premios Goya y Jorge Ponce hizo que su director pidiese perdón a todos los espectadores: "Nos la colaste""Sentí que estaba en un momento vital conmigo misma en el que me sentía capacitada o entregada para poder contar algo así. Cuando se trata de temas tan controvertidos, tienes que encontrarte o situarte en un lugar en el que tú también tengas esa fortaleza contigo mismo y yo, en este caso, sentía que estaba en un buen momento para afrontar algo así", nos confiesa la actriz.
Tremor es un lugar donde esconder los fantasmas del pasado, intentar superarlos y dejarse envolver por una atmósfera brutal que te sumerge de lleno en este nuevo thriller psicológico. Los ocho episodios de La última noche en Tremor son, según las palabras de Oriol Paulo, "una apuesta muy decidida a intentar que el espectador no se dé cuenta de que, poco a poco, lo estábamos metiendo en un remolino muy bestia", y ya están disponibles al completo en Netflix.
