Hace tiempo que las series de televisión demostraron que podían ser mucho más que mero entretenimiento casero siempre a la sombra de las producciones para la gran pantalla y se convirtieron en un auténtico fenómeno entre los espectadores. Así, hace ahora cerca de 20 años, algunas producciones televisivas comenzaron a arrasar globalmente y, fruto del boca-oreja, acabaron siendo auténticas obsesiones entre la audiencia y recibiendo una atención y unos elogios que anteriormente eran más propios del 'blockbuster' de turno, pero nunca de una serie que pudiera verse desde el sillón de tu casa.
Con tiempo de por medio se multiplicaron las producciones, se aumentaron los presupuestos y eso se notó en la calidad, más gente se subió al carro del fenómeno seriéfilo y, en última instancia, llegaron las plataformas para revolucionar por completo la forma en que se consumía la ficción televisiva hasta el punto de acabar produciendo un cambio en el paradigma de la industria del cine. Pero, antes de que pasara todo eso, el fenómeno comenzó a despegar de la mano de algunos títulos que ahora se nos antojan lejísimos pero que jugaron un importante papel, como Perdidos.
Y tal y como suele pasar con todo fenómeno, cuando la cosa se termina, rápidamente queremos tener una sustituta. Tras Perdidos, o Lost como la llamaban la mayoría de sus fans, llegarían otro montón de series de éxito y, aunque no todas se convirtieron en éxitos mundiales, cada vez es más difícil enumerar sin olvidar alguno. Sin embargo, hubo una serie en 2009 que, estrenada justo cuando Perdidos afrontaba su recta final, muchos encontraron que compartía suficiente con la famosa historia ambientada en la isla como para ser considerada como su potencial sucesora.
Eso sí, aún incluso si viviste el fenómeno Perdidos de primerísima mano es posible que no la recuerdes, puesto que lo cierto es que cayó por completo en el olvido. En 2009 se estrenó una ficción llamada Flashforward que fue recibida entre una gran expectación y con los brazos abiertos por parte del público, brindando unos datos de audiencia astronómicos a ABC, su cadena original y también responsable de la emisión de Perdidos.
Flashforward llevaba por título una de las características técnicas narrativas que Perdidos usaba para construir sus numerosos e inolvidables 'plot twist', era -al igual que Perdidos- una serie de ciencia ficción, contaba entre sus filas con uno de los actores que había interpretado un querido personaje en la isla -Dominic Monaghan- y llegaba en un momento en el que estábamos ansiosos por añadir nuevas experiencias tan emocionantes como la que nos estaba proporcionando Perdidos.
En definitiva, Flasforward era la sucesora de Perdidos en mayúscula y a su favor jugaba también que tenía una premisa realmente prometedora. Su punto de partida: un misterioso evento que ha causado que casi todas las personas del planeta hayan perdido el conocimiento de forma simultánea durante 137 segundos y que durante ese tiempo hayan tenido una visión de su propia vida aproximadamente seis meses en el futuro. Un 'flashforward' global sobre el que el FBI está decidido a encontrar respuestas y que parece posible que pueda volver a ocurrir, al tiempo que conocemos las historias individuales de algunas personas y cómo su visión ha afectado a sus vidas.
La serie se estrenó en ABC con nada más y nada menos que 12,47 millones de espectadores, unas cifras que ahora parecen un sueño, y también fue recibida con grandes elogios por parte de la crítica, que alabó lo entretenida e interesante que resultaba y la capacidad de enganche que tenía. Sin embargo, tras un parón en su emisión -aunque es muy habitual en las cadenas públicas estadounidenses los haya-, las audiencias comenzaron a bajar de forma notable. El interés decreció sin razones aparentes y, aunque la media de la primera temporada fue de 8,5 millones de espectadores y eso ahora sería un éxito, en su momento no fue lo suficientemente bueno para la cadena del abecedario, que la canceló sin piedad.
Desafortunadamente, el equipo de la serie, que estaba liderado por Brannon Braga y David S. Goyer, no lo había previsto y había terminado la primera temporada con un gigantesco 'cliffhanger' completamente enfocado en que hubiese una segunda entrega. Un desenlace trágico para los más fieles fans de la ficción que incluso trataron de movilizarse para hacer cambiar de idea a la cadena pero que, entonces no existía Netflix "la salvadora", no lo consiguieron.
Actualmente la serie no está disponible para su visionado en ninguna plataforma de 'streaming'.