Aunque muchos le conocieran por primera vez gracias a X-Men, allá por el 2000, lo cierto es que Magneto lleva haciendo trastadas (y liderando de vez en cuando) a los mutantes de Marvel desde 1963: fue su primer villano y también uno de sus héroes más icónicos tras ajustar su báscula moral. Realmente, y aunque en aquellos primeros cómics estaba creado de una manera más bien extrema, Magneto estaba cargado de matices: al fin y al cabo, aunque se equivocaba en su metodología, solo quería defender a los suyos de los ataques racistas del resto de la humanidad. Con el tiempo, y después de muchas películas poniéndole como el malo absoluto, X-Men 97 ha conseguido hacerle justicia. Por suerte.
¡El amo del magnetismo ha vuelto!
La existencia de X-Men 97 es un sueño que solo podía ocurrir en esta era de reboots, secuelas tardías y nostalgia en vena. Al fin y al cabo, la serie original acabó en un cliffhanger y cuando estas cosas pasaban, simplemente no quedaba otra que alzar los hombros y aceptar que nunca jamás tendríamos una conclusión. Puede que no todo sea perfecto en este panorama audiovisual, pero hay cosas en las que -todo sea dicho- aciertan de pleno.
Es tanto el amor que tienen por los personajes, abrazando su herencia, que en un plano muy rápido de la serie podemos ver un homenaje a las adaptaciones cinematográficas del grupo. En particular, de Magneto, del que podemos leer en una ficha que sus alias son Erik Lehnsherr, David Hemblen (el fallecido actor que originalmente le puso voz en X-Men: La serie animada), Ian M (obviamente, Ian McKellen) y Michael F (Michael Fassbender).
Eso sí, parece que pronto tendremos que añadir otro nombre a esta lista, porque Kevin Feige ya ha anunciado que después de la saga del multiverso lo que toca en Marvel es la saga de los mutantes. ¿Estáis preparados para veinte películas más del UCM? Más vale que sí.