El auge del true crime nos ha regalado casos inquietantes en la pequeña pantalla recientemente, desde El caso Asunta hasta el éxito de Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez. Sin embargo, mucho antes de que estas historias se hiciesen con las plataformas de streaming, las series policíacas ya se habían consolidado como un pilar esencial en los canales de televisión.
Títulos como CSI: Nueva York, Caso Abierto y Sin Rastro nos han mantenido pegados al sofá con sus investigaciones y sus giros inesperados. Pero lo que muchos no saben es que estas tres icónicas series están conectadas, formando un complejo universo del que hemos sido testigos sin saberlo.
Las tres series han coexistido en la parrilla televisiva durante décadas. Recordemos que CSI: Nueva York, el segundo spin-off surgido del éxito CSI: Las Vegas, fue emitido por primera vez en 2004 y se mantuvo en televisión hasta 2013. Con una puntuación del 83% en Rotten Tomatoes, la serie mostró a una serie de investigadores forenses mientras recorrían las calles de la Gran Manzana resolviendo crímenes a través de la ciencia.
A su vez, Caso Abierto, ficción que comenzó en 2003, se especializaba en reabrir casos olvidados, llegando a obtener un impresionante 95% por parte de la crítica. La última de las tres, Sin Rastro, dio comienzo en 2002 y se centra en la la búsqueda de personas desaparecidas, reflejando las complejidades psicológicas de las víctimas y sus familias. A parte de las investigaciones, ¿cómo conectan estas tres ficciones?
Este universo compartido se ha generado a través de ingeniosos crossovers y guiños entre personajes y tramas de las diferentes series. Por ejemplo, en la tercera temporada de CSI: Nueva York, el detective Scotty Valens (Danny Pino), de Caso Abierto, aparece en un episodio. Su trama giraba en torno a un caso de hacia décadas que implicaba pruebas vinculadas a la infancia de Stella Bonasera (Melina Karakaredes), una de las protagonistas de CSI en aquel momento. Este cruce no solo mezclo las historias de ambas series, sino que tuvo consecuencias en el futuro de los personajes.
Sin rastro también se sumó a los crossovers con CSI: Las Vegas, pues en la sexta temporada, los detectives Jack Malone (Anthony LaPaglia) y Gil Grissom (William Petersen) trabajaron juntos para rastrear a un asesino en serie que operaba entre Las Vegas y Nueva York. Que los personajes de las tres series convivan en las diferentes producciones da a entender que todas coexisten en un mismo universo ficticio, con personajes y eventos entrelazados al más puro estilo Universo Cinematográfico de Marvel.
Esta mujer de Castro Urdiales no sospechó nada cuando su vecina le pidió que guardase un paquete: dentro había una cabeza decapitadaLo maravilloso de estas conexiones es que no eran circunstanciales, sino que aportaban nuevos datos a las historias de sus personajes. La próxima vez que disfrutes de alguna de estas tres series, hazlo sabiendo que podrías encontrar guiños escondidos que conecten un universo que has seguido durante años sin darte cuenta.