Desde siempre, Barrio Sésamo se ha preocupado por decirle a sus espectadores infantiles que no pasa nada por sentirse mal ante puñetazos de la vida. De hecho, incluso tuvieron un laureado programa especial explicando lo que era la muerte a los niños de Estados Unidos. Pero en 1992 hubo un episodio que nunca llegó a emitirse: Los padres de Snuffy se divorcian. Aparentemente el programa podía hablar sin tapujos de la muerte, pero los resultados del grupo de visionado fueron demasiado deprimentes y decidieron dejarlo en un cajón. El programa no trataría el tema hasta 2012. ¡Veinte años después!
La esperanza es una perrita azul
Con Barrio Sésamo en horas bajas, la gran esperanza de la televisión infantil es Bluey, la serie de la perrita azul y su familia que, aparentemente, solo son capítulos para aprender a jugar pero en los que, aunque sea de fondo, se ha puesto el foco en todo tipo de problemáticas, desde el aborto hasta la incapacidad de tener hijos pasando por la muerte y la despedida de aquellos que quieres. ¿Cómo no iban a tratar el divorcio?
Cuando conocemos a Winton, el amigo de Bluey y Bingo, ya sabemos que sus padres están separados. De hecho, el perrito vive con su madre pero pasa largas temporadas con Cornelius, su padre, que desde la separación está especialmente solitario. Al menos hasta que, en un episodio posterior, conoce a la madre de los Terriers en el supermercado, ¡y lo último que sabemos es que vende su casa y se va a vivir con ella! Todo esto a lo largo de tres temporadas, en una subtrama que si parpadeas te la pierdes. Bien por Cornelius, claro que sí.
Bluey se prepara ya para despedirse, al menos de la manera en la que lo conocemos, porque su autor, Joe Brumm, ya ha anunciado que está preparando una película antes de dejar la franquicia en manos de Disney para que hagan lo que quieran con ella. Y dado que es una de sus IPs más poderosas, no creo que la dejen morir con dignidad y sin dar mayores beneficios.