El mundo de las series es tan maravilloso que alimenta, casi inconscientemente, nuestro día a día. No solo porque nos enganchamos a ellas y son uno de nuestros pasatiempos favoritos, sino porque sus bromas, personajes y tramas terminan siendo referencias en nuestra cultura. ¿Cuántas frases utilizas en el día a día que vienen directamente de un programa de televisión?
Si eres generación 'milenial' -y anterior- seguro que has utilizado "Para dentro, Romerales" en más de una ocasión. Y seguro, también, que no tendrás problemas en reconocer su origen: Farmacia de guardia. Varias generaciones se tragaron cada uno de los episodios que echaban en televisión, ya fuese nuevo o en reposición.
Antonio Mercero, uno de los grandes creadores de la industria audiovisual española -y padre de Verano azul o La cabina-, fue quien estaba detrás de Farmacia de guardia, la serie que nos hizo sentir una montaña rusa de emociones desde la pequeña farmacia de Lourdes Cano -la genial Concha Cuetos-. Lourdes era la madre de tres hijos -Isabel, Guille y Quique- y estaba separada de Adolfo Segura (Carlos Larrañaga), un donjuán que seguía intentando regresar con su exesposa.
Por este pequeño negocio pasaban personajes de todo tipo, desde los vecinos del barrio, hasta personas que solo querían su medicina y terminaban teniendo toda una trama para ellas. También tenían estrellas invitadas y famosos como Ana Obregón -que interpretaba una monja-, Lola Flores o Emilio Aragón se dejaron ver por esa ficción.
Antena 3
El Sargento Romerales y María de la Encarnación
Dos que seguro que recuerdas son Cesáreo Estébanez y María Garralón, Sargento Romerales y María de la Encarnación, la pareja de policías que patrullaba el barrio y que formaban parte de la clientela recurrente. Ellos son el origen de la famosa frase "Para dentro, Romerales", que le decían siempre al Sargento Romerales cuando intentaba abrir la puerta de la farmacia y, cada una de las veces sin excepción, empujaba hacia fuera.
No es una frase que dijera un solo personaje, sino que todos los protagonistas de la ficción terminaban diciéndoselo en uno u otro momento. Quizás por ser tan coral, la frase ha trascendido a la población española y es muy habitual escucharla o usarla cuando alguien no atina a abrir la puerta. Sin embargo, está condenada a que generaciones más jóvenes la olviden o, simplemente, no sepan de donde viene.
El concurso Generación TOP de La Sexta, en el que se enfrentaban tres grupos de diferentes edades -Generación Yeyé (1943), Guay (1968-1987) y Like (1988-2005)- para poner a prueba sus conocimientos, preguntó a sus concursantes si sabían cómo era la famosa frase y, a juzgar por las caras, Carla Campra, actriz nacida en 1999, no tenía ni idea de lo que hablaban. Es posible que los más jóvenes la utilicen sin conocer su origen, pero lo más probable es que acabe desapareciendo.
