Aunque Vince Gilligan estaba convencido de que el único actor que podía hacer de Walter White era Bryan Cranston, los ejecutivos de AMC no lo veían nada claro. Al fin y al cabo, era el padre de Malcolm en Malcolm in the middle, ¿no? ¿Quién se lo iba a creer como capo de la droga? Gilligan les puso un episodio de Expediente X que había escrito y tenía a Cranston como villano, Drive, donde interpretaba a un antisemita a punto de morir que secuestra a Mulder... Y, después, no tuvieron duda alguna. Habían encontrado a su protagonista perfecto.
Este compa ya está muerto, no más no le han avisado
Es más: durante un breve espacio de tiempo, Gilligan consideró hacer la maldad definitiva en los guiones de Breaking Bad: hacer que todo el mundo muriera, desde Jessie hasta Walt Jr, y solo sobreviviera Walter White. Él, completamente solo, como purgatorio final. Habría sido increíble, pero realmente el final que tuvimos es más coherente con la historia... Y aún ahora se considera uno de los más perfectos de la historia de la televisión.
Es quizá por el orgullo de participar en una de las mejores series jamás hechas que Cranston permitió que su hija, Taylor Dearden, formara parte de la experiencia. En el episodio 1 de la temporada 3, No Más, dirigido por el propio actor, Dearden habla durante unos instantes. En el mismo episodio también aparece Robin Dearden, la esposa de Cranston, con quien lleva 36 años casado. ¡Feliz reunión familiar!
AMC
La franquicia Breaking Bad lleva unos años parada, tras el final de Better Call Saul, pero es probable que continúe: en su día Gilligan habló de que quería ampliarla no solo mediante series y películas, sino también videojuegos. Sin embargo, el único que salió, para móvil, fue tal fiasco que cerró unos meses después. ¿Nos espera aún una sorpresa futura con el mando en la mano? Quién sabe.
