Se aclaran los nubarrones para Mel Gibson. La todopoderosa Liz Smith, la reina del cotilleo en Estados Unidos, acaba de informar de que podría aparecer en la quinta temporada de 'Mad Men'. Smith no aporta datos concretos, pero sí deja caer que el actor australiano ya se ha reunido con Matthew Weiner, creador de la serie, para cruzarse en el camino de nuestro admiradísimo Don Draper (Jon Hamm).
Gibson, hundido en el cine tras las acusaciones de violencia doméstica por parte de su ex mujer Oksana Grigorieva, tiene ahora una oportunidad de oro en la televisión. Un medio en el que no se ha prodigado excesivamente; la última vez, en 1999, en 'Los Simpson'.
¿Buena o mala noticia?
"Mel es un gran fan de la serie y quiere aparecer en ella. Muchos expertos se han puesto de acuerdo al decir que su carrera cinematográfica está muerta. Yo no opino de esa manera, pero gente cercana al actor asegura que él sí que lo piensa", comenta Smith.
Ahora bien, ¿se trata de una buena o de una mala noticia? Sin duda, la aparición de una estrella de Hollywood ('Braveheart', 'Apocalypto', 'Arma letal') beneficiaría a las audiencias. Sin embargo, la incorporación de Gibson rompería una de las normas no escritas en 'Mad Men': componer un reparto con intérpretes luchadores pero desconocidos para el público.
Elisabeth Moss, Peggy Olson en la ficción, reconoció en un reportaje de 'Rolling Stone' de este mes que a Weiner le gustaba contratar a gente que no fuera famosa pero que hubiera trabajado mucho tiempo. ¿Romperá Mel Gibson esta norma? ¿Te gustaría que se incorporara a la serie?
Santiago Gimeno