A Josh Schwartz (Providence, Rhode Island, 1976) le debemos algunos de los culebrones más épicos de la televisión reciente, desde la serie The O.C. (2003 - 2007), para la que empezó a escribir cuando tenía sólo 26 años, hasta la celebérrima Gossip Girl, que terminó el pasado mes de diciembre en USA después de seis temporadas. Aunque también es un friki de tomo y lomo; si no, no se explica la historia del 'nerd' más famoso del Buy More que conquistó a unos escasos pero enormemente fieles espectadores. Hablamos, cómo no, de Chuck (NBC). Ahora, más cerca de los 40, Schwartz se niega a abandonar su espíritu joven y, además de Doctora en Alabama, produce la precuela de Sexo en Nueva York recién estrenada en CW, Los diarios de Carrie, y el thriller Cult para la misma cadena, que llegará a las pantallas de USA el próximo 19 de febrero.
Durante esta entrevista, que nos concedió durante el pasado Festival de Montecarlo, Josh Schwartz nos habla de las diferencias entre The Carrie Diaries y Sexo en Nueva York. Para empezar, de su nueva protagonista, AnnaSophia Robb, que carga con la difícil tarea de hacer olvidar a Sarah Jessica Parker. Basada en la novela homónima de Candace Bushnell, la nueva serie de CW se remonta a los 80 y nos cuenta cómo era la vida de Carrie Bradshaw con 16 años. Entonces, distaba mucho de ser la reconocida articulista adicta a los Manolo Blahnik y Jimmy Choo que todos conocemos. Era una chica bien, residente en Connecticut, que intentaba superar la muerte de su madre, terminar su último año de instituto y, de paso, con el sueño de triunfar en la Gran Manzana; en su adorada Nueva York. Primeros amores, primera relación sexual, y todo en un envoltorio mucho menos explícito del que hacía gala la ficción de HBO. ¿Nos gustará tanto la Carrie joven como la adulta?
Tras 'Gossip Girl' y rozando los 40 años, ¿por qué se mete en 'Los diarios de Carrie'?
Porque todavía disfruto haciendo cosas divertidas. Y también me gusta cumplir los sueños del espectador de algún modo; hacer entretenimiento. Y esta precuela de Sexo en Nueva York es una oportunidad única para transportarnos a la Nueva York de los años 80. Yo viví esa década de niño y he de decir que fue estupenda (Risas). Y Carrie Bradshaw es todo un icono femenino en todo el mundo. Es como Luke Skywalker pero en chica. Las mujeres la respetan muchísimo y lo saben todo sobre ella. ¿Por qué no verla cuando tenía 16 años, cuando todavía era virgen, y conocer a su padres y a otros personajes por primera vez que no habíamos visto hasta ahora? En definitiva, entender cómo se convirtió en quien se convirtió.
¿No va a chocar verla en el cuerpo de AnnaSophia Robb?
Para nada, porque AnnaSophia es una actriz increíble. Encontrar a alguien con su magia es muy, muy complicado.¿Por qué no iba a triunfar? Tenemos un precedente en CW, el caso de Smallville, también sobre un personaje extremadamente conocido en la cultura popular, Superman. Y la serie acabó durando 10 temporadas. ¿Quién es la Superman femenina? ¡Carrie Bradshaw! Puede que no tenga superpoderes, pero la relación que tiene con la audiencia, especialmente con las mujeres, es muy parecida a la forma en la que conecta Superman con los hombres. Aunque no deja de ser un reto porque presentamos a Carrie en otra época, con otra edad... Sexo en Nueva York puede ser una bendición pero también una carga. ¿Puede decepcionar? ¡Claro! Pero Michael Patrick King, Candace Bushnell y la gente de HBO que trabajó en Sexo en Nueva York ha entendido que se trata de un nuevo producto y ha quedado muy contenta con el resultado.
¡Pero no habrá tanto sexo! ¿No afectará eso a la serie?
Como he dicho, veremos a la joven Carrie Bradshaw enamorarse por primera vez y también perder su virginidad en la serie. Son chicas adolescentes, así que se da por hecho que el sexo está circulando por sus mentes. CW no es HBO y no puedes ser tan gráfico como Sexo en Nueva York, pero no deja de ser lógico porque no hablamos de una Carrie adulta.
¿El lenguaje también será menos afilado?
Por supuesto. Aunque nuestra esperanza es que nos sigan las madres que crecieron en la década de los 80 y que acompañen a sus hijas mientras la ven. No sé en otros países, pero en USA toda una generación ha crecido viendo repeticiones de Sexo en Nueva York. Y no me refiero en HBO, sino en cadenas que han recortado algunas partes por su contenido sexual y por su lenguaje. Y si nos atacan por ser demasiado explícitos, en CW ya tenemos muchas tablas sobre el tema. Nos pasó con Gossip Girl, por poner un ejemplo. Al final, nuestro objetivo pasa por ser realistas. Y quien piense que los adolescentes sólo aprenden sobre sexo en la televisión, demuestra al mismo tiempo que no conoce para nada a los adolescentes.
¿Cómo explica el éxito de sus series? ¿Cuál es su ingrediente?
Depende de la serie, pero con Gossip Girl consistió en llevar a la audiencia de la mano a un mundo muy exlusivo y muy cerrado. La gente siempre ha estado y está obsesionada con la riqueza, así que quisimos darle un pasaporte al seductor Upper East Side. Otras, como Doctora en Alabama, son mucho más americanas y quizá más complicadas de exportar. Aunque otra de las armas que tienes a tu favor con las series son los actores, y aquí el reclamo es ver a Rachel Bilson.
¿Le gustaría hacer algo para una cadena de cable?
¡Me encantaría! La serie Cult, de hecho, se podría considerar casi como un producto de cable. Son 13 episodios al año, es muy oscura... Obviamente, se trata de una serie en abierto. Quiero decir que no va a ser Breaking Bad (Risas). Pero sin duda es un giro completamente distinto con respecto a The O.C. o Gossip Girl y es mucho, mucho más oscura. Y es hacia donde quiero enfocarme. Mad Men, Breaking Bad y Juego de tronos son mis series favoritas. Lo mejor, hoy día, se hace en cable. Aunque también nombraría series como Sherlock, Luther, The Hour, Broen... Las series europeas y las americanas cada vez tienen menos diferencias. Sobre todo en las comedias, quizá por los éxitos internacionales de Friends o Mujeres Desesperadas.
Los diarios de Carrie
Santiago Gimeno