Como bien había avanzado el equipo antes de su regreso, la segunda mitad de la primera temporada de Revolution ha arrancado con grandes dosis de ación y, sobre todo, ritmo. Aunque la ficción postapocalíptica de J.J. Abrams y Eric Kripke dedicó sus diez primeros episodios a rescatar a un personaje que fue secuestrado en el primer capítulo, ahora sólo ha querido esperar un par de semanas desde su regreso a NBC para revelar uno de sus principales misterios: la causa del apagón que dejó sin electricidad al mundo durante más de 15 años. La importante revelación llegó nada más comenzar el episodio 'The Song Remains the Same' (1x13), que Syfy España estrenará el miércoles 10 de abril. ¡OJO, SPOILERS! Si no quieres saber nada, es mejor que dejes de leer ahora.
Según lo que sabíamos hasta el momento, Rachel (Elizabeth Mitchell) descubrió la manera de inhibir la electricidad mientras trabajaba con su marido Ben (Tim Guinee), Grace (María Howell) y Bradley Jaffe (Conor O'Farrell) en una fuente de energía limipia y de bajo coste. Tras llegar a un acuerdo con el subsecretario del Departamento de Defensa Randall Flynn (Colm Feore) para salvar la vida de su hijo Danny, el uso inadecuado de la tecnología descubierta acabó con la energía de todo el mundo... Pero, ¿cómo?
Según le explica la propia Rachel a Aaron (Zak Orth) a través de un pequeño boceto, existen más de varios cientos de cuadrillones de ordenadores diminutos, aproximadamente del tamaño de un virus, en el aire que respiramos. Están en todas partes y cada uno de ellos sólo tiene programados dos comandos: absorber electricidad y replicarla. Tras un error en la Torre, los miniordenadores comenzaron a reproducirse sin ningún control provocando el apagón que dejó sin energía al mundo. Ahora que Monroe (David Lyons) tiene armas nucleares, la madre de Charlie (Tracy Spiridakos) hará todo lo que este en su mano para llegar hasta la Torre y salvar el mundo, aunque con un camino lleno de obstáculos. ¿Lo conseguirán?
Alicia P. Ferreirós