Parece que la reciente noticia que señalaba Australia como uno de los países en los que tienen lugar más descargas ilegales de Juego de tronos ha preocupado profundamente al Embajador estadounidense Jeffrey Bleich. De hecho, el diplomático, quien se reconoce a sí mismo como un gran fan de la adaptación televisiva de Canción de hielo y fuego, ha dado el paso de dirigirse a los australianos a través de su página de Facebook para pedirles que dejen de piratear la afamada ficción: " Por desgracia, el robo sin precedentes de los espectadores online de todo el mundo es casi tan épico y tortuoso como la serie. [...] Como Embajador aquí en Australia, ha sido especialmente preocupante saber que los fans australianos son algunos de los peores infractores con las cifras de piratería de Juego de Tronos más altos de todo el mundo".
Asimismo, Bleich ha querido dejar claro que no existe ninguna excusa para llevar a cabo la infracción, ni económica, ni con motivo del retraso en su emisión en Australia: "Sé que los fans de Juego de Tronos que han utilizado los sitios de descargas ilegales tienen razones . Ellos sostienen que es mucho más fácil acceder a través de estos sitios, que están frustrados por el retraso, que sus padres no pagarán por una suscripción, o se quejan de algún otro problema con las leyes de copyright. Pero ninguna de esas razones es una excusa: robar es robar".
No obstante, hay diferentes puntos de vista respecto al grado en que la piratería perjudica a Juego de Tronos. De hecho, David Petrarca -director de dos capítulos de la segunda entrega-, ha reconocido recientemente que este tipo de descargas no sólo no resultan nocivas para la producción, si no que sirven de ayuda: "Cuanto más gente la ve, más gente habla de ella y así es como una serie sobrevive". Juego de Tronos tiene el honor de ser la serie de HBO más vendida en DVD y Blu-Ray.
Alicia P. Ferreirós