La novena temporada de Anatomía de Grey se despidió anoche de sus seguidores con un episodio, 'Perfect Storm' (9x24), que, aunque está muy lejos del gran dramatismo del final de la octava entrega, también tuvo la dosis de tragedia que tanto le gusta a su creadora Shonda Rhimes. Un desenlace agridulce en toda regla en el que pudimos saber a qué se refería la productora cuando avisaba que sería un capítulo con mucha "muerte emocional". La ruptura de dos parejas y la aparente muerte de un personaje regular pusieron la nota triste, mientras que el día de la catástrófica tormenta promete ser recordada con alegría por algunos de los doctores del Grey - Sloan Memorial Hospital. ¡Atención, SPOILERS! ¿Quieres saberlo todo sobre el episodio? Sólo en ese caso debes seguir leyendo...
Aunque las complicaciones en el parto de Meredith (Ellen Pompeo) tenían con el corazón en el puño a algunos de los seguidores de la ficción médica, tanto el niño como la cirujana sobrevivieron al episodio. Después de pasar por toda una odisea, eso sí. La doctora tuvo que dar las intrucciones a un nervioso Shane (Gaius Charles) para que le practicase una cesárea en medio del apagón, aunque finalmente fue Bailey (Chandra Wilson) quien, entre lloros, trajo al mundo a un precioso bebé... ¡Llamado Bailey! Otro de los momentos felices del episodio lo protagonizaron April (Sarah Drew) y Jackson (Jesse Williams), que volvieron juntos después de que el doctor casi perdiese la vida intentando salvar una niña. Además, Alex (Justin Chambers) por fin le declara su amor a Jo (Camilla Luddington) y se besan apasionadamente.
Por otro lado -y aquí llega la parte dramática del episodio-, Callie (Sara Ramirez) descubre destrozada la infidelidad de Arizona (Jessica Capshaw), mientras que Cristina (Sandra Oh) y Owen (Kevin McKidd) se dan cuenta de que quieren cosas muy distintas en la vida. Pero la peor parte del episodio se la llevó Richard (James Pickens Jr.), quien, tras la vuelta de la luz, es encontrado electrocutado en el sotano inundado del edificio. ¿Estará muerto o conseguirán salvarle la vida?
Alicia P. Ferreirós