La sexta temporada de True Blood llegaba anoche a su fin en HBO con un episodio, 'Radioactive' (6x10), que te dejará con el corazón en un puño como mínimo hasta el estreno de la séptima entrega en verano de 2014. Después de diez capítulos en los que los vampiros han vivido la peor amenaza de sus vidas, Bon Temps sigue estando muy lejos de convertirse en una ciudad tranquila y sin peligros, y, según confirmaba hace unas semanas el presidente del canal de pago, parece que todavía tenemos una larga historia por delante. "Puede durar tanto como historias tenga que contar", anunció Michael Lombardo. ¡OJO, spoilers! A continuación se revelan detalles fundamentales del final de temporada, así que, si aún no lo has visto, es mejor que dejes de leer ahora.
Tras esperar más de 5500 años, Warlow (Rob Kazinsky) estuvo realmente cerca de conseguir lo que realmente estaba buscando al convertir a Sookie (Anna Paquin) en su mujer. Sin posibilidades de salvar a sus amigos, la camarera pide a Warlow que la corteje antes de convertirse en su mujer, pero el malvado vampiro milenario mostró su verdadera cara abofeteando a la chica. Por suerte, el destino no tardaría en intervenir en favor de la joven gracias al regreso de su abuelo Niall (Rutger Hauer). Mientras, los vampiros celebran el poder estar de nuevo bajo los rayos del sol, escuchan música de los años 20 y juegan al voley en la mansión de los Compton.
Pero hay que salvar a Sookie. El grupo es capaz de rescatar a la camarera mientras Bill (Stephen Moyer) se enfrenta a Warlow para distraerlo, pero el villano traslada la pelea a la casa de Sookie, donde su ex no puede entrar. Afortunadamente, Niall aparece de nuevo y ayuda a Jason a acabar con Warlow de una vez por todas, pero la muerte del vampiro tiene horribles consecuencias para uno de nuestros protagonistas: en ese mismo momento, Eric (Alexander Skarsgard) explota en una tremenda bola de fuego mientras tomaba el sol en una montaña en Suecia.
Tras un salto temporal de seis meses, vemos como la Hepatitis-V se ha extendido por todo el mundo y Bill Compton ha escrito un libro, And God Bled, sobre la enfermedad. En Bon Temps todos se ayudan mutuamente para sobrevivir ahora que grandes grupos de chupasangres buscan alimentarse de humanos y, además, todo ha cambiado en la ciudad: Sookie y Alcide son pareja, Tara (Rutina Wesley) se ha reconciliado con su madre (Adina Porter)... Mientras, una horda de sedientos vampiros se dirige hacia ellos. ¿Logrará Bill mantenerlos a salvo? ¿Está Eric realmente muerto? ¡Estamos como locos por el estreno de la séptima entrega!
Alicia P. Ferreirós
