True Blood se ha despedido para siempre con un episodio, 'Thank You' (7x10), tan agridulce como inesperado y que promete provocar todo tipo de reacciones entre sus seguidores de todo el mundo. Basada en Las novelas de Sookie Stackhouse de Charlaine Harris y desarrollada por Alan Ball, la ficción de vampiros de HBO dice adiós tras siete temporadas de trayectoria en una de los canales de pago más prestigiosos de EE UU.
¡Ojo, SPOILERS! A continuación se revelan detalles fundamentales del final de 'True Blood'
Aunque muchos esperaban un final feliz para Sookie (Anna Paquin) junto a alguno de sus dos grandes amores -Bill Compton y Eric Northman-, la camarera tiene que enfrentarse a uno de los momentos más difíciles y dolorosos de su vida cuando su amado Bill (Stephen Moyer) le pide que acabe con su vida. El vampiro milenario decide sacrificar su vida para que su chica pueda tener la vida como humana que se merece y ella, en lugar de usar su bola de energía, acaba con él clavándole una estaca en el corazón.
Además, Pam y Eric (Alexander Skarsgård) dejan escapar a Sarah Newlin y Hoyt pide matrimonio a Jessica en un episodio muchísimo menos sangriento de lo que se esperaba.
Por último, True Blood quiso regalar a sus espectadores un vistazo al futuro de las vidas de los protagonistas mediante un emotivo 'flash forward' que nos mostró que había sido de ellos: Eric y Pam se vuelven millonarios con la bebida New Blood; Jason y Brigett se casan; y... ¡Ojo! Sookie, casada y embarazada con alguien cuya identidad no llegamos a conocer.
¿Qué te ha parecido el final?