Los huargos son una especia extinta similar a los lobos pero de gran tamaño y mayor fiereza. Muchos en la fantasía son los que han adoptado a estas criaturas para ponerlas en sus filas. Dos claros ejemplos son George R.R. Martin y Tolkien. La web Winteriscoming ha recogido las diferencias entre la especie real de huargo y la imaginada por Martin.
En Juego de Tronos conocemos a los huargos como símbolo y como fieles compañeros a la familia Stark: Viento Gris, Fantasma, Dama, Verano, Peludo y Nymeria. En la serie, estos animales crecen hasta el tamaño de un caballo pequeño y pueden matar a un hombre fácilmente. Suelen atacar lanzándose a la garganta de su oponente, como los depredadores. Son elegantes y pueden ser domesticados hasta el punto que se observa con la familia Stark. Demuestran así su inteligencia, lealtad y su protección a dicha casa. También poseen un tremendo sexto sentido para captar el peligro.
Sin embargo, el lobo huargo que existió dista mucho de la visión de George R.R. Martin en Juego de tronos. La especie extinta es similar en altura al lobo gris actual y más pequeña que los de la serie, según los fósiles encontrados de estas criaturas. Era más pesado y sus dientes eran mucho más grandes que los del lobo moderno. Su domesticación parece imposible por su ferocidad, algo similar a la especie actual. Su cerebro era más pequeño y no habría respondido bien a la formación humana. Además, serían muy peligrosos para los niños.
Los huargos se extinguieron hace unos 10.000 años junto con la mayoría de la fauna norteamericana del momento. Sin embargo, los lobos huargos de Juego de Tronos están lejos de abandonarnos y permanecerán junto a sus dueños para darles la mayor protección posible.
La sexta temporada de la serie de HBO tiene previsto su estreno en abril de 2016.
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