Mientras el desenlace de una serie de éxito puede ser el trampolín para algunos de sus actores hacia un nuevo nivel en su trayectoria profesional, para otros la nueva situación puede llegar a ser algo abrumadora. Eso es lo que le pasó a Matt LeBlanc, Joey en Friends, que ha confesado que el final de la inolvidable 'sitcom' de NBC y de su 'spin-off' Joey dio paso a una etapa algo complicada de su vida tanto personal como profesional.
En una entrevista con el medio británico Mirror, LeBlanc ha explicado que lo último que necesitaba tras el desenlace de la famosa comedia era ponerse de nuevo delante de una cámara. De hecho, incluso llegó a pedirle a su representante que perdiese su número de teléfono durante algún tiempo.
Durante años y años, apenas salí de la casa. Estaba quemado. No quería tener una agenda, no quería estar en ningún sitio. Estaba en una situación en la que hacer eso. [...] Mi agente estaba decepcionado. La mayoría de los actores llaman a sus agentes y dicen: '¿Qué hay de nuevo?'. Yo llamé al mío y le dije: 'Por favor, pierde mi número durante algunos años'. Fue una época oscura. Casi tuve una depresión nerviosa".
La decisión de mantenerse lejos de los focos tuvo que ver, además, con un difícil momento personal al que el actor tuvo que hacer frente en aquella época. Su hija Marina fue diagnosticada con una anomalía congénita que superaría con el tiempo: "Fue una época muy oscura. Pero lo superé. ¿No dicen que lo que no nos mata nos hace más fuertes?".
Afortunadamente, LeBlanc superó sus crisis y, tras unos años lejos de las cámaras, protagonizó Episodes para Showtime.
20 actores que han luchado contra una depresión