Tras varias semanas de incertidumbre, ABC anunciaba el pasado jueves su decisión de no renovar Castle por una novena entrega. Así las cosas, el final de la octava temporada que la cadena del abecedario emitió anoche al otro lado del charco se convirtió en el desenlace definitivo del exitoso procedimental, poniendo el broche de oro a siete años y más de 170 episodios de trayectoria.
¡Ojo! A continuación se revelan detalles fundamentales del final de Castle.
Bajo el título 'Crossfire' (8x22), el episodio que albergaría la despedida definitiva de Stana Katic como Kate Beckett se convirtió, casi de la noche a la mañana, en el que pondría punto final a la popular ficción protagonizada por Nathan Fillion. Así las cosas, el equipo de la serie tuvo que echar mano finalmente de un epílogo rodado especialmente para poner el broche de oro a la serie en caso de que ABC decidiese no encargar novena temporada.
Durante el episodio, Rick y Kate siguieron la pista del misterioso y escurridizo LokSat, intentando atrapar de una vez por todas al poderoso traficante que tantas preocupaciones les había causado en los últimos años. Tras el secuestro de Rick y de Kate protagonizando una situación cercana a la muerte, finalmente la pareja salió victoriosa de su intenso enfrentamiento con el delincuente.
Y es entonces cuando entraba en juego el epílogo que pondría punto final de oro a la serie: experimentando un salto temporal de nada más y nada menos que siete años, nos encontramos con los Rick y Kate del futuro, desayunando junto a sus tres hijos, tal como les había predicho el "viajero temporal" de la sexta temporada. ¡Un final feliz para Caskett!