En 1987 se estrenó Matrimonio con hijos y estuvo en antena durante diez años, dos de los cuales compartió pantalla con Infelices para siempre (1995-1999). Ambas comedias comparten muchas similitudes que no pasaron desapercibidas para los fans, ni para los propios responsables de la segunda que en un episodio deciden hacer referencia a ello destacando, en tono de humor, sus diferencias:
Matrimonio con hijos estaba protagonizada por cuatro actores que a día de hoy siguen en activo en la televisión: Ed O'Neill (Modern Family), Katey Sagal (Hijos de la Anarquía), Christina Applegate (Sin pegar ojo) y Dave Faustino (Sharknado). Los dos primeros daban vida a Al y Peggy Bundy, un matrimonio que pese a quererse no para de discutir debido al mal carácter de ambos, especialmente de él que vive amargado como dependiente de zapatos. Los dos segundos son los hijos de la pareja, Kelly y Bud.
Los cuatro viven experiencias de todo tipo, pero los episodios están principalmente protagonizados por situaciones muy divertidas y surrealistas que provocan numerosas discusiones en el hogar. Nadie parece feliz viviendo bajo esas cuatro paredes sin apenas dinero y con unos vecinos muy molestos, que terminan siendo amigos. Como detalle a destacar, esta original idea ha sido adaptada a otros países como Chile, Argentina o España.
Infelices para siempre seguía a una familia formada por seis miembros: Jack Malloy (Geoff Pierson), Jenny Malloy (Stephanie Hodge), Ryan (Kevin Connolly), Tiffany (Nikki Cox), Ross (Justin Berfield) y Mr. Floppy (Bobcat Goldthwait). Al igual que la primera, trata de una familia de clase baja que no cesa de discutir de forma lo suficientemente divertida como para alegrar a la audiencia. Eso sí, aquí la hija es más lista que el hijo mayor -en Matrimonio con hijos sucede justo al contrario-, y el padre no solo se desahoga con cerveza, también baja al sótano para estar solo y compartir su tiempo con un peluche al más puro estilo Ted: bebedor, fumador, juerguista, macarra....
Cabe señalar que la relación del padre y Mr. Floppy se convierte en un punto neurálgico de la serie, al mostrar como Jack era el único capaz de hablar con el muñeco debido a su esquizofrenia. Uno de los temas más recurrentes era la hija, Tiffany, la única esperanza de Jack en la vida, su sueño es que vaya a la universidad.
¿Con cuál te quedas?