¡OJO! Si no has visto el episodio de la séptima temporada 'The Cell' (7x03), es mejor que dejes de leer ahora.
El episodio de la séptima temporada de The Walking Dead emitido anoche en AMC ha conducido a sus millones de seguidores hasta el Santuario, la comunidad de supervivientes liderada por Negan en la que Daryl Dixon (Norman Reedus) se encuentra prisionero.
En 'The Cell' (7x03) descubrimos más sobre cómo Negan consigue que sus hombres estén sometidos a voluntad, sobre el pasado de Dwight y, además, asistimos a los intentos por parte de ambos de minar por completo a Daryl y convertirle en uno de los hombres de confianza del malvado personaje. Para ello no dudan en convertir su vida en la celda en una auténtica tortura, mientras tratan de llevarle a la locura poniéndole en bucle una misma canción y recordándole su responsabilidad en el asesinato de Glenn en el primer episodio.
Sin éxito. En un tenso cara a cara con su captor, Daryl se resiste a decir a pronunciar el nombre de Negan cuando éste le pregunta como se llama, renunciando así a vivir bajos sus órdenes pero con ciertos privilegios. En declaraciones a Entertainment Weekly, Norman Reedus ha explicado la decisión de su personaje: se lo debe a Glenn.
Por supuesto [que Daryl entiende la opción de Dwight], y es una acción noble. Pero es la misma razón por la que Daryl no puede hacer lo que hace Dwight. [...] Daryl está pensando que se merece lo que le pasa, pero no puede decir que él es Negan porque tiraría por tierra toda la esperanza que tenía Glenn. Glenn era un chico optimista. Era su amigo. Ha hecho mucho y ese es el último hilo de humanidad que le queda, es guardar la dignidad por su amigo".
"Creo que él piensa que va a ser asesinado en el momento en que no dice que se llama Negan", continúa. "Está firmando por más tortura, pero está haciéndolo por amor hacia su amigo".
