La primera temporada de Stranger Things se produjo de forma normal, como cualquier otra producción. Netflix no necesitaba mantener el secreto ni llevar a cabo medidas de seguridad extremas dado que la serie no tenía un 'fandom' detrás, pero todo ha cambiado de cara a la segunda tanda de episodios.
La ficción protagonizada por Millie Bobby Brown se convirtió en el éxito de la temporada, el éxito del verano. Una serie fresca que profundizaba en la nostalgia por las películas de los años 80 y 90 como E.T., Los Goonies o Alien. Todos estos elementos, sumados a una trama muy bien conseguida y a unos niños maravillosos, han hecho que todos los ojos estén puestos en la producción de la segunda temporada.
Ante tal avalancha de peticiones de información, el productor Shawn Levy y los creadores Ross y Matt Duffer se han mostrado preocupados, por lo que no han dudado en hablar con los productores de Juego de tronos para que les ayuden con los protocolos de seguridad, tal y como han explicado a Comic Book.
"No teníamos protocolos de seguridad la pasada temporada y ahora tenemos unos protocolos ostensiblemente superiores. No puedo hablar de ellos porque la gente intentará romperlos. Protegemos cada punto de la historia, cada página del guion", ha añadido Levy.
Según la actriz, Millie Bobby Brown, algunos de estos protocolos estarían incluidos en los materiales dados a los miembros del elenco: "Ahora tenemos nombres en código [para la serie]. ¡Y ahora yo tengo un nombre en clave! Es muy raro. En las hojas del guion están nuestros nombres por todos lados, si perdemos una, estamos muertos".
La segunda temporada de Stranger Things llegará a Netflix el próximo Halloween, por lo que hasta entonces parece que tendremos que conformarnos con los materiales que nos dejen ver...