Este viernes los hermanos Salvatore se han despedido de los fans de Crónicas vampíricas para siempre. The CW ha emitido el último episodio de la octava temporada, el número 16, 'I Was Feeling Epic', un capítulo nostálgico que traía de vuelta a varios personajes que habían abandonado la serie tiempo atrás, como es el caso de Elena Gilbert (Nina Dobrev) o Jeremy Gilbert (Steven R. McQueen).
"El gran episodio final que siempre tuvimos planeado no ha tenido lugar porque la serie ha sido tan exitosa que ha durado ocho años", con estas palabras, el cocreadora y showrunner, Kevin Williamson, deja claro que el final de los fans de la serie disfrutaron este viernes no es el original. Este es un final modificado para adaptarlo a las nuevas circunstancias de los personajes -los creadores de Cómo conocí a vuestra madre deberían aprender de ellos-.
Por este motivo, en un encuentro con Entertainment Weekly, tanto Williamson como Julie Plec han hablado sobre cómo era aquel final nunca grabado. Aquí puedes leer la descripción completa del episodio sí emitido, pero a modo resumen: Stefan se sacrifica a sí mismo para salvar a todos y así encontrar la paz. Bonnie se dedica a viajar por el mundo, Matt se presenta a alcalde de Mystic Falls, Caroline y Ric abren un colegio para otros niños y niñas "bendecidos" como ellos, y Damon y Elena viven unas vidas humanas y felices antes de morir y encontrar la paz en el más allá junto a sus seres queridos.
En la temporada 2, cuando Kevin y yo estábamos sentados en un Centro Comercial y nos habíamos enamorado de la serie y de estos dos hermanos enamorados de la misma mujer, nos dijimos: Cuando todo sea dicho y hecho, cuando la serie termine, ambos hermanos deben morir para salvar a la chica y desde el más allá vigilarla como fantasmas -porque habíamos introducido ya ese mundo-, y así ella viviría su vida, se casaría con Matt Donovan o quizá se convertiría en doctora, pero esos hermanos estarían juntos vigiándola. Eso fue lo que nos hizo llorar en la segunda temporada", ha explicado Plec.
Pero, Dobrev abandonó la serie en la sexta temporada, lo que cambió el rumbo de la serie al alejarla del triángulo amoroso. El resto de personajes adquirieron más importancia, y los hermanos tuvieron que buscar nuevas tramas que les separasen y les unieran: "Sentía que teníamos que comprometernos con volver a ver a Damon y Elena juntos al final. Si Elena nunca se hubiese ido, me habría gustado ver si Stefan y Elena son capaces de encontrar su camino y volver a estar juntos. [...] Pero su despedida selló el amor entre Damon y Elena. En ese momento, para mí, la serie dejó de ser sobre un triángulo amoroso, y trató sobre el poder de estos hermanos y el amor que sienten el uno por el otro. Por lo que había forma humana en la que pudiera matarles a ambos, impidiéndoles a los dos tener un final feliz."
