La séptima temporada de The Walking Dead ha dejado todo preparado de cara a una importante batalla: la de Rick (Andrew Lincoln) y el resto de supervivientes contra Los Salvadores liderados por Negan (Jeffrey Dean Morgan).
A lo largo de la séptima entrega, Rick se ha mostrado bastante obediente con respecto las órdenes del villano. La muerte de Abraham (Michael Cudlitz) y Gleen (Steven Yeun) le hicieron entender que debía abastecer a Los Salvadores si quería proteger a los suyos de una muerte segura. No obstante, eso cambió a mitad de temporada y ahora, en la octava entrega, el personaje interpretado por Lincoln está dispuesto a morir y perder a sus seres queridos con tal de acabar con Negan.
Así lo ha confirmado el showrunner de The Walking Dead Scott Gimple en TVLine. "Sufrirá cualquier pérdida, incluso la suya", comienza. "Para dar a su gente y otras personas la vida que deberían tener, donde el mundo les pertenece a todos ellos y no solo a una persona. Una vida real", continúa. "Esa es la única opción. Así que está dipuesto a enfrentrarse a esas pérdidas", afirma.
Y es que, Rick podría perder a sus hijos Carl (Chandler Riggs) y Judith y también a su novia Michonne (Danai Gurira) en la futura batalla contra el villano. "Eso no significa que se esté deshaciendo de ellos si ocurre o que inmediatamente razone que se han ido. Pero entiende la magnitud de lo que van a hacer y la magnitud del posible coste", concluye.
La octava temporada de The Walking Dead se estrena en AMC en algún momento de este otoño.