Sensacine se ha colado en el rodaje de la nueva serie La Peste de Movistar+. Basada en tierras sevillanas, la serie nos traslada al pie de calle del s.XVI, a una Sevilla renacentista que poco le quedaba para convertirse en la barroca que hoy conocemos. En medio de esta historia, los primeros brotes de peste empiezan a aparecer en la ciudad andaluza, que sufrirá una autentica y brutal epidemia ya entrados en el XVII.
El thriller dirigido por Alberto Rodríguez, cuenta la historia de Mateo, perseguido por la Inquisición tras imprimir biblias protestantes, y Valerio, un bastardo que vive en la calle e hijo del amigo fallecido de Mateo. Es este el que le pide antes de morir que saque a su hijo de la calle, por lo que tiene que regresar a Sevilla y plantar cara a la Inquisición. Los dos se ven envueltos así en la investigación de unos asesinatos, con el fin de dar con el asesino que les devuelva su libertad. Los dos personajes, interpretados por Pablo Molinero y Sergio Castellanos, se “terminarán convirtiendo en una relación casi de profesor y alumno”, dice Molinero o para Castellanos “será como el padre que nunca tuve”.
Para Rodríguez es importante que en la serie se vea retratada la Sevilla popular de la época, “todo el esfuerzo es para que el espectador se vea inmerso en la época, a pie de calle”. El Convento de la Concepción, situado en Carmona, es uno de estos principales escenarios que nos trasladan a las calles de Sevilla de hace más de 430 años, ciudad de sitios pequeños y cerrados donde todavía la piedra no existía y el suelo era arenoso y sucio. Este abandonado convento ha servido para recrear la zona de mercado, el hospital y la mancebía, lugares con mucho protagonismo en aquella época y dentro de la serie.
El director de Arte, Pepe Domínguez del Olmo, explicaba la dificultad de los espacios: “es un proceso largo en el que hay que entender bien el espacio, ver lo que necesitas para llevarlo a cabo. Jugar con los espacios pequeños te hace darle más verdad”. El trabajo de reconstrucción ha sido necesario y el equipo de la peste ha tenido que pensar bastante en todos los detalles para aprovechar cada espacio jugando con el material real y el construido.
Pero no solo son vitales los escenarios, sino que la trama y el texto deben basarse y ponernos en la situación de un siglo en el que Rafael Cobos, guionista del proyecto, “tenía un pensamiento muy polisémico y metafórico. La peste no es más que una metáfora del hombre y de hasta qué punto la corrupción del hombre está detrás de la enfermedad o de la corrupción del sistema”.
Y del casi esotérico Convento viajamos a otro espacio totalmente antagónico. La hacienda Martín Navarro da lugar a la fábrica de añil, un pigmento de un color azul hipnotizador que se transportaba a Europa desde Sevilla en el s.XVI. Unos de los espacios más pulcros que muestra la serie, por eso de pertenecer a un empresario importante.
Dentro de esta gente superior en la escala se encuentra Zúñiga, interpretado por Paco León que “es un personaje que da para odiarle o defenderle”. Su segundo proyecto televisivo trae un cambio de registro notable que le ha resultado “placentero, aunque al principio fue difícil entrar en el personaje”. Aun así, el actor se ha dejado llevar por las órdenes de Alberto Rodríguez y ha aparcado completamente su visión de director por eso de meterse “en estos territorios tan ajenos para mí. Todavía haciendo una comedia donde tengo más criterio sí puedo hacerlo, pero aquí me he dejado llevar.”
El despliegue en el rodaje hace que podamos darle el término de una gran producción y es que con 10 millones de euros en presupuesto se está permitiendo conseguir todo tipo de material y recursos para que la serie tenga la calidad de la historia. Desde las localizaciones, en las que no solo Andalucía es protagonista sino que también hay parte de Extremadura, hasta los recursos de vestuario. El principal responsable, Fernando García, no ha parado de trabajar con el fin de conseguir atuendos propios y cuidados al detalle de la época. “Se ha llegado a hacer una bata para el personaje de Zúñiga que solo aparece un minuto pero merece la pena de lo bonito que es”, además García ha querido traer lo mejor de cada casa, “hemos cogido vestuario de otras producciones y de otros países como Portugal”.
Sin duda, Patricia López que encarna a Teresa, una viuda que muestra el poderío de la mujer, se lleva la mejor parte del vestuario, con unos vestidos de la nobleza de la época, en palabras de García, “espectaculares”. Para López era muy importante conseguir este papel de Teresa, de la que se enamoró por su feminismo de época y el cambio revolucionario al que se enfrenta cuando enviuda.
Quedan todavía cinco semanas de rodaje pero la serie, que será de seis capítulos de 50 minutos, ya ha superado el ecuador del rodaje y seguramente llegue para finales de año. En principio solo habrá una temporada, a lo que Alberto Rodríguez nos dice que “la historia quedará completada en estos seis capítulos”, pero no niega que pueda continuar con muchas más historias e incluso bromea con la posibilidad de llegar a hacer hasta un spin-off.