La séptima temporada de The Walking Dead no sólo ha sido, junto a la segunda entrega, la más criticada de la trayectoria de la ficción zombi, sino que los datos de audiencia no han acompañado durante su emisión en AMC. Tras el brutal episodio con el que arrancaba, los espectadores comenzaron a quejarse de sus ritmo lento y del exceso de episodios centrados en un único personaje y, aunque el equipo prometía más acción y un final inesperado, lo cierto es que la séptima temporada llegó a su fin sin haber convencido del todo a los seguidores.
No obstante, es cierto que el final de la séptima entrega de The Walking Dead allanó el terreno para una octava temporada en la que se desarrollará un guerra. Y eso es sinónimo de acción. Sin embargo, muchos seguidores han amenazado con haberse bajado del tren de The Walking Dead y abandonado la serie para siempre.
Si cumplen o no su amenaza está por ver, pero lo cierto es que los datos de audiencia siguieron descendiendo a medida que transcurría la temporada, a pesar de haber anotado cifras de récord en la premiere. De hecho, no se anotaban datos de audiencia tan bajos desde la tercera temporada.
Sin embargo, en AMC no están preocupados, tal como recoge The Hollywood Reporter:
[The Walking Dead] está muy viva y vamos a jugar con ella durante mucho tiempo -asegura el directivo Josh Saplan-
Las declaraciones del directivo no muestran, en absoluto, preocupación porque los datos afectes al futuro de la serie.
De momento, AMC estrenará la octava temporada de The Walking Dead en octubre.