Netflix estrena el próximo 21 de julio Ozark, su nueva apuesta veraniega para este 2017 y lo hace casi pasando desapercibida, hecho que no debería ocurrir.
En SensaCine hemos podido ver los primeros cinco episodios de esta nueva serie protagonizada por Jason Bateman en el papel de Marty Bird, un padre de familia que resulta que se encontrará en problemas tras blanquear dinero para un importante traficante. Por ello, tendrá que mudarse a los Ozarks donde tendrá que seguir con el negocio pero con un aliciente: que toda su familia y él podrán morir muy pronto sino cumple con el plazo del blanqueo del dinero.
Aunque a primeras puede sonar a una trama que muchas películas u otras series ya han tratado de alguna forma, Ozark ha conseguido hacerse hueco para poder brillar por sí misma y sobre todo por sus personajes secundarios.
A medida que avanza la trama y conocemos a todos los habitantes de los Ozarks, vemos cómo evolucionan paulatinamente y perfectamente los personajes secundarios que giran en torno a Marty Bird. Pero la que puede llegar a destacar más y que en un principio se presenta como alguien que puede pasar inadvertida es Ruth (interpretada por Julia Garner), una hija de un aparente padre con varios problemas y al que le tiene mucho miedo todo el pueblo y que sabe cuidar bastante bien de ella misma.
El tono y la dirección están perfectamente cuidadas en un ambiente que aparentemente pueda parecer idílico, pero que también puede ser todo lo contrario, tal como aparenta la vida de la familia de Marty Bird.
Lo mejor: Sus personajes secundarios
Lo peor: Difícil poder convencer a alguien que comience a verla con solo la trama