Si eres fan de la serie británica Utopía, quizás estés enterado del fallido proyecto para adaptarla a Estados Unidos que quería hacer HBO allá por 2014. David Fincher estaba involucrado en el desarrollo de la serie, pero, para sorpresa de todos, lo abandonó en 2015. Desde entonces, no se ha vuelto a saber nada de la versión americana.
Tras esta experiencia, Fincher no ha abandonado el formato televisivo, ya que acaba de estrenar Mindhunter, serie de Netflix sobre los inicios de la psicología forense. Durante la promoción de esta producción, ha tenido tiempo de repasar con Collider qué fue mal con Utopía.
Utopía era algo en HBO que quería hacer desesperadamente y pensaba que teníamos muy, muy buenos guiones, un gran reparto y estábamos listos para hacerlo pero quitaron 9 millones de dólares. Al final, cuando lo arreglas todo, 9 millones en la organización no parece una gran discrepancia entre lo que queríamos hacer y lo que ellos querían pagar. Pero cuando quitas 9 millones de 100 millones de dólares, 10% no es un 10% al hacer películas. En términos cinéfilos, vas a tener el mismo número de conductores, el mismo número de contables, el mismo número de trajes, el mismo número de dobles. La única parte que va a sufrir ese 10% es el tiempo que pasas con los actores
Fincher tenía un plan muy ambicioso entre manos y quería rodarlo de manera cronológica, lo que aumenta el coste de la serie. Él mismo reconoce que la versión original se hizo, en total, con menos de 10 millones de dólares, pero para la adaptación quería hacer "una serie que rivalizara con las películas que financian por sí solas un estudio".
El guion de Gillian Flynn se centraba en un 'road trip' de los personajes donde cada vez hacían cosas más locas. "Van de un lugar a otro, queman el lugar hasta los cimientos y van al siguiente y se rapan las cabezas y se tiñen el pelo, se hacen tatuajes y, luego, queman el lugar. No era Cheers", explica Fincher.