Merecidamente una de las series revelación de la pasada temporada, Stranger Things es sin duda una de las grandes protagonistas de este otoño. No es para menos. Medio mundo está como loco por el estreno de su segunda entrega, que ya está disponible para todos los usuarios de Netflix.
Tal y como habían prometido los creadores de la serie, Matt y Ross Duffer, los nuevos episodios del exitoso título original de la plataforma rendirían homenaje a Barb (Shannon Purser), un personaje que, pese a su pequeño peso en la trama, se convirtió en uno de los grandes protagonistas en la emisión original de la serie. ¿El motivo? La llamativa falta de interés mostrada por todos ante la desaparición de la amiga más íntima de Nacy Wheeler, mientras que todo Hawkins estaba pendiente de Will Byers.
El público no dejó que este detalle pasase desapercibido y rápidamente comenzó a moverse por internet pidiendo justicia para Barb. Una justicia que acabó materializándose en una nominación al Emmy como Mejor personaje invitado para Shannon Purser y en una firme promesa por parte de los creativos: la segunda temporada rendiría tributo al personaje, aunque no volveríamos a verlo en carne y hueso.
Efectivamente, aunque Barb es una parte muy importante dentro de la trama de Nancy Wheeler durante toda la segunda temporada, aunque el homenaje en mayúsculas tiene lugar ya en el primer episodio, cuando Nancy y Steve visitan la casa de los Holland y obtenemos un primer plano de un auténtico altar que los apesadumbrados padres de Barb han preparado para su hija.
Además, La desaparición de la joven sigue presente en los ocho episodios restantes, pero nos quedamos tan sólo nos hace falta esta tierna imagen para poder afirmar que Stranger Things ha hecho justicia con Barb.