ATENCIÓN: Esta noticia contiene 'SPOILERS' de la segunda temporada de Stranger Things
Este viernes todos los fans de Stranger Things han podido volver a disfrutar de las aventuras de los niños más valientes de la pantalla. Este grupo de jóvenes compuesto por Mike, Will, Dustin y Lucas, vuelve a unirse a Jonathan, Nancy y compañía para vencer a un nuevo monstruo. Esta segunda temporada no está dejando indiferente a nadie, y es que los hermanos Duffer han vuelto a demostrar que saben cómo escribir buenas historias.
Todos los episodios tienen momentos que pasarán a la historia y que serán analizados con detalle por todos los fans de la serie, pero hay uno que ha causado ya especial conmoción: la muerte de Bob. El personaje de Sean Astin es introducido en la 'premiere' de la segunda temporada, y aunque solo está con nosotros durante ocho episodios consigue hacerse con el cariño de todos los fans de la serie y los personajes -aunque ellos le conocen durante más tiempo y es que siempre ha vivido en Hawkins-.
Su momento culmen llega en sus últimos episodios, ya que se vuelva en ayudar a Joyce y Will para salvar a Jim Hopper que ha quedado atrapado en 'Del Revés'. Tras esto descubre toda la verdad y se convierte en uno más de 'la tropa' hasta que Joyce, Hopper, Will, Mike, él y el doctor Owens quedan atrapados en las instalaciones del Laboratorio de Hawkins.
En ese octavo episodio, Bob les ayuda a escapar abriendo todas las puertas de las instalaciones pero durante su huida muere de una forma bastante macabra: es atacado por los 'Demoperros' ante la mirada aterrorizada de Joyce. Precisamente su muerte es muy importante para el resto de personajes que se esfuerzan más -si es que eso es posible- en vencer al nuevo monstruo y su monstruitos.
En un encuentro con Variety, Matt y Ross Duffer han hablado de la importancia de este personaje y el hecho de que siempre ha estado entre sus planes matarle: "Lo interesante sobre Bob es que iba a ser el novio idiota de Joyce, alguien aburrido que le iba a dar un malísimo consejo a Will, lo sucede en el episodio cuatro. Por eso no imaginábamos a Sean Astin como Bob. Pero cuando le conocí me medio enamoré de él y de su personalidad, por lo que utilizamos parte de esta para crear a Bob haciéndole mucho más querible e interesante de lo que habíamos planeado", ha explicado Matt.
El co-creador tiene claro que gracias a Astin este personaje pasó de ser alguien que no nos importaba a alguien al que todos adoramos: "Por eso postergamos su muerte hasta que en el capítulo ocho tuvimos que dejarle ir, no podíamos posponerla más. Aún creo que esta decisión es la correcta, narrativamente hablando, pero para mí ha sido la escena más difícil de escribir porque realmente no quería hacerlo pero sabía que era lo correcto. Sean tampoco quería dejar la serie, por lo que también ha sido muy difícil para él".
Sin duda este suceso es lo correcto narrativamente hablando dado que les da un nuevo motivo -aunque no lo necesiten- para luchar contra los 'Demoperros', al mismo tiempo que une a todo el equipo una vez más en un nuevo intento por acabar con los monstruos que amenazan Hawkins. Pero, ¿a qué da mucha pena dicha escena?