La primera temporada de Una serie de catastróficas desdichas seguía a los Baudelaire en su lucha por sobrevivir, en su esfuerzo por sobreponerse a la muerte de sus padres e iniciar una nueva vida bajo el cargo de varios padres adoptivos: la jueza Strauss (Joan Cusack), el malvado Conde Olaf (Neil Patrick Harris), el tío Monty (Aasif Mandvi), y la tía Josephine (Alfre Woodard).
Todos estos personajes, junto a los tres huérfanos, construyen la historia de la primera temporada, una que sigue los cuatro primeros libros de la saga de Lemony Snicket. Ahora, la segunda entrega aborda las cinco siguientes novelas, comenzando en Una academia muy austera y terminando en El carnaval carnívoro, dejando así las cuatro últimas narraciones para la tercera temporada -contando con que Netflix decida renovarla-.
Este jueves EW ha publicado varias imágenes nuevas de estos esperados episodios, pero además ha revelado sorpresas, y es que los Baudelaire comienzan su nueva aventura dentro de una academia en la que conocerán a nuevos aliados. Pero pronto se marcharán a vivir a al lujoso apartamento de Esmé Squalor (Lucy Punch), la sexta consejera financiera más importante de la ciudad y una fanática de la moda.
Lógicamente el Conde Olaf reaparecerá como un diseñador europeo llamado Günther, que tal y como ha explicado el propio actor está inspirado en el diseñador Karl Lagerfeld: "Era salvaje. Tiene un acento de Europa del este que intencionadamente cambia a veces a ser más alemán, o más francés o incluso más británico, también tiene unos toques de irlandés".
Los responsables de la serie han señalado que los espectadores podrán disfrutar de la enorme personalidad de Esmé y como esta rivalizará con la de Olaf. "Lucy Punch es un genio. No puedo esperar a que todo el mundo la vea dando vida a este personaje. Es una gran interpretación", ha afirmado Harris.
A continuación, en los episodios séptimo y octavo se abordará el libro, El hospital captivo, en el que veremos a los niños refugiarse en el Hospital Heimlic, que, contra todo pronóstico, es un lugar muy peligroso. "Nos metemos dentro de un hospital muy oscuro, con pasillos muy similares y complicados, por lo que los Baudelaire intentarán por todos los medios que no les separen. Es como El Resplandor, pesadillas de hospital".
El actor también ha argumentado que durante el transcurso de la temporada, la vileza del personaje comienza a tomar el control de su mente: "Olaf se vuelve cada vez más inestable, y el camino en el que se embarca tiene muchas direcciones distintas". ¿Conseguirán los Baudelaire vencerle por fin?
