El regreso a los 90 ha llegado a Netflix de la mano de Todo es una mierda. La ficción protagonizada principalmente por las historias de un grupo de adolescentes de esa época ha hecho que se abra de nuevo el cajón de la nostalgia, como ya lo hiciera Stranger Thing.
La comedia, mucho más sencilla que la de los hermanos Duffer, ha dejado el final de su primera temporada con un 'cliffhanger' que hace pensar que tiene continuación. De momento, desde Netflix no ha se ha hecho oficial que la serie continúe, pero desde el equipo de la serie ya habla de una segunda entrega.
Y es que, el padre de Luke ha tenido protagonismo a través de las cintas de vídeo con las que su hijo quería conocerle, pero la ausencia se convirtió al final en una aparición inesperada en la casa familiar. La co-creadora Ben York Jones ha admitido que también ellos se están preguntando la opción de una segunda entrega, por ello Michael Mohan se muestra precavido al hablar:
Hablando narrativamente, lo único que puedo decir es que hay que esperar a ver qué pasa en la segunda temporada