Sin duda, la muerte de Ned Stark marcó un antes y un después en Juego de Tronos. Ya todo se podía esperar de una serie que temporada tras temporada ha ido superándose hasta convertirse en una de las series de televisión más exitosas de los últimos años. Fue en la primera entrega donde se presentó la figura de Ned Stark, a priori uno de los protagonistas intocables, pero todos sabemos en lo que quedó su personaje.
Ilyn Payne fue el encargado de alzar la espada de acero Valyrio que cortó la cabeza de Ned. Pero antes de eso, ocurrió algo que los espectadores más atentos se dieron cuentan y llevan debatiendo a lo largo de estos años. Ned Stark susurra algo antes de morir y Sean Bean les saca de dudas: Ned estaba rezando.
Así parece, ¿no? No podría ser demasiado específico porque no sé si la religión como tal existía en aquellos días, fuera lo que fuese. Sólo pensé: "¿Qué harías si esto pasara de verdad?". Probablemente rezarías. Probablemente murmurarías algunas palabras y lo mantendrías callado. Te lo guardarías para ti. Es bastante sutil en que mucha gente no lo cogería. Fue algo interesante para mí en ese momento. No hay mucho que puedas hacer, tienes la cabeza en una manzana. Eso es lo único que puedes hacer es murmurar
El actor ha aprovechado para desmentir los rumores que le vinculan a la octava y última temporada de la serie. "He oído rumores, pero no de fuentes muy buenas de que podría haber vuelto. Pero creo que cumplí mi condena y creé un buen personaje. Sería bastante extraño verlo resucitado".
Actualmente, puedes ver a Sean Bean en otras ficciones como The Oath on Crackle y The Frankenstein Chronicles. El final de Juego de Tronos no llegará a HBO hasta 2019.