La primera temporada de EDHA, la serie argentina desarrollada por Daniel Burman (El abrazo partido, Supermax) y portagonizada por Juana Viale y Andrés Velencoso, ya está disponible al completo en Netflix.
El actor y modelo catalán interpreta en ella a Teo, un humilde inmigrante que vive en los monoblocks de Buenos Aires y que, tras un trágico suceso, se plantea un complicado objetivo que puede llegar a ser peligroso. Velencoso, a quien ya hemos visto Señor, dame paciencia, B&b, de boca en boca y Fin, entre otros títulos, ha hablado con SensaCine sobre la nueva serie, a la que llegó de forma rápida tras un encuentro con Burman y Viale en el que quedó clara su química en pantalla con la actriz: "La propuesta me llegó en marzo, en abril me confirmaron y en mayo ya estaba en Buenos Aires".
Ambientada en la ciudad de Buenos Aires, EDHA es un 'thriller' dramático que sigue los pasos de Edha (Viale), una idealista diseñadora de moda con un pasado familiar dramático que está al frente de una firma de ropa que, junto a su hija, es lo más importante de su vida. Cuando conoce a Teo, éste no sólo se convierte en su modelo, sino que inspira una nueva línea masculina para la firma. Sin embargo, el personaje tiene en mente un plan oculto.
¿Impone el hecho de que EDHA se estrene en más de 190 países y llegue a millones de suscriptores en todo el mundo?
[Risas] La verdad es que sí. Es algo que he dicho varias veces. Que da algo de vértigo. Que va a estar disponible en 190 países, que la vayan a ver millones de personas y que formar parte de la familia de Netflix son palabras mayores. Así que sí, la verdad es que da un poco de vértigo.
¿Cómo ha sido tu experiencia en el rodaje de EDHA en Buenos Aires?
Es una producción muy Argentina, con la moda como telón de fondo. Me trataron como un argentino más y comí muchos asados [risas]. El trabajo fue duro: muchas horas, de noche, de día… Con grabaciones también un poco comprometidas, sobre todo la primera parte de mi personaje. Grabamos en el extrarradio, en Lugano, con todos esos edificios monoblock, y contábamos con seguridad de gente de ahí, porque ni la policía entra en esos barrios. Son barrios comprometidos y hostiles a la hora de grabar. Todos íbamos con mucho cuidado y, de hecho, tuvimos un par de percances, pero aun así muy bien. Fue una experiencia maravillosa. A las 9 a.m. estaba vestido con traje y a las 3 p.m. volvía el Teo “villero”. Aunque en realidad no es de Villa, porque allí el villero es el que vive en la Villa, el que engancha la electricidad, el de la calle… El primer Teo que hablamos con el equipo era ese y después, como le subieron un peldaño, ya era el Teo del monoblock [risas]. Que tenía una casa más en condiciones, pero las pintas eran las mismas. Por la mañana grababa el Teo modelo y por la tarde volvía el “villero”. Eso es algo divertido para un actor.
¿Has aprendido algo de jerga argentina? ¿Se te pegaba el acento?
Bastante. Mi personaje no es argentino. Es un inmigrante que, de hecho, no se sabe de dónde es, así que intentamos crear un acento un poco neutro pero que tiene muchos dejes argentinos porque al final el guion está escrito en argentino. Pero inevitablemente se te pegaba y acababa hablando más en argentino. Venía el director y me decía: ‘¡Estas muy porteño!’. Es un canto muy peculiar que, a los españoles especialmente, se nos engancha.
Teo, tu personaje, y el de Juana Viale, Edha, tienen química desde el primer instante. ¿La historia de amor está garantizada?
Va a haber algo. Hay una atracción, pero más que amor es pasión. Yo creo que Teo y Edha se usan entre ellos, aunque al final eso lo hacen todos los personajes en la serie. Tienen muchos dilemas morales que al final van surgiendo y que van transformando a los personajes. Pero sí, entre Teo y Edha van a saltar chispas.
¿Quién es el verdadero villano en EDHA?
Creo que hay un villano que está más marcado, que es Lorenzo, el padre de Edha, Osmar Núñez. Es quien encubre el accidente del taller, quien trabaja con talleres ilegales, el que no tiene escrúpulos, a quien la muerte de la madre de Edha parece no afectarle, quien parece estar por encima de todo… Es quien menos empatiza con lo que está pasando en la marca, quiere venderla a toda costa y no le importa.
Osmar está haciendo ahora la serie Arde Madrid con Paco León, en la que hace de Juan Domingo Perón y mucha gente dice que es el mejor Perón que se ha hecho nunca.
¿Y Jaúregui (Pablo Echarri)?
Él tiene otro plan, que es llegar a las altas esferas políticas. Se lo tiene bien guardadito, pero sabe que alguien se va a retirar y que él es, supuestamente, el sucesor. Está trabajando en esa dirección. Si lo va a conseguir o no, habrá que esperar a verlo. Ahí todo el mundo va a lo suyo. Somos todos unos egoístas intentado sacar partido. Hasta Edha, que utiliza a Teo.
¿Hay planes para hacer una segunda temporada?
Ojalá. La primera temporada queda bastante abierta. Uno de los personajes que mejor cierra su círculo podría ser Teo, pero en todo lo demás creo que queda muy, muy abierta.
¿Te preocupa la recepción por parte de la audiencia?
Más que preocuparme, lo que tengo es mucha curiosidad. A parte de ser una serie muy popular que marca todos los ticks, tiene todas esas cosas que a la gente le van a gustar: pasión, amor, venganza, una estética brutal, la marca Netflix… Yo creo que eso puede ser sinónimo de éxito. Tengo muchas ganas de ver cómo reacciona la audiencia.
¿Qué es lo que te hizo interesarte por el mundo de la interpretación?
Poder crear y dar vida a personajes como Teo, que ha sido un regalo de la mano de [Daniel] Burman. Estaba esperando este personaje en mi carrera y he tenido suerte, porque me ha llegado pronto.
¿Tu proyecto soñado?
Es que este proyecto en particular, con Netflix, irme a Argentina, Burman, elencazo, 190 países, millones de personas, mi personaje Teo… Este puede ser mi proyecto soñado. Y ojalá que siga. ¿Te imaginas? Temporada 17… Como en The Walking Dead, que ya no sabes ni qué pasó.