Si hace un par de días saltaron las alarmas de que el cineasta Charlie Kessler había acusado a Matt y Ross Duffer, los creadores de Stranger Things, de apropiarse de su idea para desarrollarla en esta ficción de Netflix, ahora, Alex Kohner, el abogado de los hermanos, ha emitido un comunicado al respecto.
Como ya os explicamos, Kessler asegura que la serie está basada en su corto Montauk, que vio la luz en 2012, y que en 2014 acudió a los Duffer con el objetivo de desarrollar aún más la historia. Además, para ello habría aportado supuestamente más detalles sobre sus planes. Entertainment Weekly publica que, frente a estas alegaciones, Kohner ha respondido de manera contundente:
La denuncia del señor Kessler carece de fundamentos. Él no tenía conexión con la creación o el desarrollo de 'Stranger Things'. Los hermanos Duffer no han visto el cortometraje del Sr. Kessler ni han discutido ningún proyecto con él. Esto es solo un intento de sacar provecho de la creatividad y el arduo trabajo de otras personas.
Lo cierto es que el cortometraje tiene ciertas similitudes con el argumento de Stranger Things: la desaparición de un niño, un policía atormentado por su pasado obsesionado con encontrarlo, experimentos del gobierno y un monstruo con forma de juguete creado por un portal interdimensional. Sin embargo, esto se debe ambas están basadas en la conspiración real, desarrollada en el libro de 1992 El proyecto Montauk: Experimentos en el tiempo. Según cuenta, esta teoría recae sobre el pueblo de Montauk (Long Island), donde el gobierno presuntamente experimentaba con menores.
De hecho, los hermanos Duffer vendieron, en 2015, la idea a Netflix también bajo el nombre 'Montauk', pero finalmente se desestimó este título al trasladar la acción al pueblo ficticio de Hawkins (Indiana) -si bien está rodada en Georgia-.