La segunda temporada de Stranger Things tenía guardada una escena protagonizada por David Harbour que finalmente decidieron no seguir. El problema fue el carácter violento que encerraba y los personajes que la llevarían a cabo. Entre ellos estaba el agente Hooper, quien ha hecho gala en varias ocasiones de la agresividad de su personaje, sobre todo en la primera entrega.
El momento estaba pensado para solventar la convulsión que sufría Will Byers, en la que Hooper tendría que propinar un puñetazo al niño para que saliera de ese estado. Entonces pensaron que la acción se pasaría de violenta.
A veces voy a la sala y hablo con los creadores de la serie sobre ideas, y en un momento dado se lo dije, porque en la primera temporada, golpeo a mucha gente en la cara, y una de mis cosas favoritas del personaje es que tiene una calidad tipo Harrison Ford, donde cuando se confunde sólo golpea a alguien. En la segunda temporada no golpeo a nadie. Y ellos dijeron: "Vamos a darte un buen puñetazo. Va a ser genial". Yo estaba como, "¿Qué es?" Y decían: "Will, cuando tiene una convulsión, en el campo de fútbol, nadie puede sacarlo de la convulsión y le das un puñetazo en la cara y sale de la convulsión"
Después de verbalizar la situación llegaron a la conclusión que la idea era una locura, primero porque era muy violenta y segundo porque "el chico es un saco de boxeo literal en ese momento". Stranger Things se encuentra desarrollando su tercera temporada, que está prevista que llegue a estrenarse el próximo año.