La segunda temporada de Por trece razones nos enseña que todos los alumnos del instituto Liberty ocultan algún que otro secreto. Básicamente, no hay nadie en ese centro que pueda considerarse completamente inocente, ¿o sí? Hay una persona a la que todo el mundo quiere: Jeff Atkins. El personaje interpretado por Brandon Larracuente es uno de los pocos que puede salvarse de ese ambiente tóxico.
Como recordarás si has visto la ficción de Netflix, Atkins muere en un accidente de tráfico al final de la primera temporada. Era un jugador de béisbol que recibe clases particulares de Clay, al que siempre trata con educación y respeto. De hecho, llegan a considerarse muy buenos amigos.
Es la única persona a la que todo el mundo quiere en el instituto porque forma parte del grupo de populares por su condición de deportista, pero no duda en apoyar a los que no tienen tanta suerte como él y están excluidos socialmente. Los guionistas construyeron este personaje muy bien para que luego su muerte fuese uno de los momentos más triste de la serie. Con él es fácil conectar y entra dentro de ese grupo de personajes que enamoran a la audiencia por su personalidad.
Cuando se emitió la primera entrega, Larracuente confesó que él mismo había sufrido 'bullying' en clase y, quizás por esto, le fue tan fácil encarnar al personaje. "Yo mismo sufrí acoso en el instituto. Soy una persona muy introvertida y me gusta encargarme de mis problemas por mí mismo y esa no es la clave. Necesitamos hablar con otras personas y comunicarnos con los demás. La comunicación es la clave. Por eso necesitas hablar con alguien", reveló el actor.
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