La exitosa serie Breaking Bad ha cumplido 10 años y, para celebrarlo, el elenco se ha vuelto a reunir en una sesión de fotos. Aprovechando el momento, los protagonistas también han hablado sobre su paso por la serie, y las declaraciones de Anna Gunn acerca de su personaje de Skyler han sido muy reveladoras.
Si pensamos en ella, la esposa de Walter White (Bryan Cranston), protagonista y antihéroe de la ficción, quizás la asociemos como uno de los personajes más odiados de la historia de la televisión. Tal y como recoge EW, no es fácil ser quien se opone continuamente al protagonista, sobre todo sabiendo que moralmente se está actuando bien:
La gente encontró un héroe en Walt, pero querían conectarse con él tan visceralmente que al ver a la persona que a menudo era su antagonista, y por lo tanto, el antagonista de la serie, sentían que ella se interponía en el camino de lo que quisiera que hiciera él, y que debería permitirle hacer lo que quería.
Definitivamente, el público no conectó con Skyler y, precisamente, esta era una de las cosas que más afectó a la actriz. Gunn veía ese aspecto como uno de los más interesantes en su papel, pero a la vez, la respuesta de la audiencia hizo que se viera más afectada de lo habitual:
Me estremeció. Como actriz, mi trabajo no es interpretar personajes que hagan feliz a todos. Eso no es interesante. De hecho, los personajes que son más difíciles de alguna manera son más interesantes. […] Pero cuando estás en un programa que se ha vuelto tan grande y la gente te identifica tanto con alguien que no les gusta, no puedes evitar sentir que te involucras.
Después de mucho reflexionar sobre su situación, Anna Gunn llegó a la conclusión de que "las personas siempre tendrán sus opiniones, y que eso está bien". Sin embargo, también considera que parte de ese sentimiento de odio radica en la visión que se tiene sobre el papel de la mujer. No obstante, considera que la manera en que se trabajó esta perspectiva fue espléndida.
Fue muy extraño y confuso para todos nosotros. Era una combinación de sexismo, ideas sobre los roles de género, y honestamente, fue la brillantez de la construcción del espectáculo.