Friends es un clásico sí o sí. Muchas son las series que pasan por nuestros televisores sin pena ni gloria, pero también muchas son las que se mantienen en nuestra memoria y años después, pese a que la tecnología y las relaciones sociales hayan cambiado, sus historias no caducan. Muchos son los que sacan mil defectos a la serie por sus narraciones anticuadas y su falta de diversidad, pero tiene tantas cosas malas como buenas y aquí estamos para defender lo que toca y criticar lo peor de la serie -sí, Ross-.
Una serie adelantada a su tiempo
Una boda de dos lesbianas en televisión, el matrimonio de Phoebe con un patinador sobre hielo cuando este pensaba que era homosexual o la relación poliamorosa de las madres y el padre de Phoebe, son algunos ejemplos de como Friends es una serie adelantada a su tiempo. Bien es cierto que la diversidad no era una constante en la serie, pero fue de las primeras ficciones estadounidense que se atrevió a sacar del armario a algunos de sus personajes -aunque sean secundarios-, y a mostrar otros tipos de relaciones como la del hermano de Phoebe con una mujer bastantes años mayor que él.
El personaje de Phoebe puede gustar más o menos por sus excentricidades, pero está claro que es alguien valiente que no prejuzga a la gente y tiene amigos de lo más variopinto. En un episodio mantiene una relación con dos hombres sin que nadie la critique por ello, durante una temporada la vimos ayudar a su hermano a tener hijos y en otros comprobamos como en lugar de cortarle las alas al amor de su vida, le apoyaba para que se mudase a Minsk y siguiese su carrera profesional. Un soplo de aire fresco a los estereotipos del resto de personajes.
Dentro de las muchísimas cosas buenas de Friends, hay que destacar los últimos pasos de la relación de Ross y Rachel cuando se mantuvieron firmes a su idea de no casarse pese a estar ella embarazada, decisión que para muchos es polémica hoy en día. Y el amor de Chandler y Monica.
Al contrario que Ross y Rachel y su eterno -estábamos tomándonos un descanso-, la pareja Bing-Geller destaca por la confianza mutua, la diversión y los cero dramas. Ambos iniciaban la relación sin compromisos pero con sinceridad, y junto a ellos veíamos como ese amor crecía y como daban los pasos que ellos creían correctos para cumplir sus deseos, como mudarse a casa de Monica o casarse.
Además, muchos amantes de los animales habrán notado que la serie también promueve el cuidado a las mascotas. En las primeras temporadas vimos como Marcel se convertía en uno más del grupo, tras él llegarían varios gatos bajo el cuidado de Phoebe y Rachel y los favoritos de todos, Pollito y Patito, las mascotas de Joey Chandler.
Ross, lo peor de 'Friends'
Entre los que critican Friends hay opiniones para todos los gustos. Algunos se centran en lo anticuado de las tramas o lo estereotipado de los personajes, unos que no dudan en mofarse de Chandler por su comportamiento amanerado o que alaban a Joey por ser un ligón y no centrarse nunca. Pero si hay un personaje que causa especial urticaria ese es Ross.
El hermano de Monica, mejor amigo de la universidad de Chandler y novio de Rachel durante algunas temporadas, es alguien controlador, posesivo, obsesivo y manipulador. Puedes estar más o menos de acuerdo con su discurso de "estábamos tomándonos un descanso", pero habían pasado tres horas desde la supuesta ruptura -es pronto lo mires por donde lo mires- pero no duda en culpar de todos los problemas de la relación a Rachel sin asumir que ha tenido un comportamiento de celoso patológico.
Todo iba bien cuando Rachel trabajaba en una cafetería cerca de casa donde la tenía todo el día controlada, pero cuando ella consigue un trabajo de lo que le gusta gracias a la ayuda de Mark, un desconocido, este se vuelve controlador como si ella fuese un objeto de su propiedad. Esta situación de posesividad se mantiene durante toda su relación, incluso cuando al final consigue que esta rechace una oportunidad increíble para volver juntos.
Pero Ross no es solo mal novio, también es mal amigo. Phoebe es peculiar y tiene unas ideas y creencias muy distintas a las de los demás, y en lugar de intentar respetarla solo quiere convencerla de que lo único que vale es lo que él piensa, intentado anularla constantemente. Otro de los episodios más recordados es el del 'Unagi', uno en el que se vuelve a ver su comportamiento manipulador.