Matt Groening solo cuenta con dos trabajos en su filmografía, pero ha pasado a la historia de la animación y la parrilla televisiva. Los Simpson y Futurama continúan teniendo una 'fan base' sólida y son dos fenómenos que pocas veces ocurren. De hecho, la familia amarilla se convirtió hace poco en la serie de 'prime time' con más episodios emitidos y no parece que vaya a ver el final pronto. Ahora, estrena nuevo proyecto, (Des)encanto, una serie protagonizada por, Bean, una princesa que no quiere tener nada que ver con las tradiciones de su familia.
Los fans de los anteriores trabajos de Groening estarán esperando con ganas el estreno -llega a Netflix el próximo 17 de agosto- y se preguntarán si mantendrá el nivel de sus predecesoras. Y es que, la comparación resulta inevitable. Nunca se va a quitar de encima el peso de dos clásicos de la animación, pero, ante todo, hay que agradecer que no se haya acomodado después de tres décadas de carrera y aún tenga ganas de desarrollar nuevos proyectos como este. Para todos aquellos que esperan ver una versión renovada de las antiguas producciones, tenemos una advertencia: olvida quién es Matt Groening y lo que ha hecho previamente.
No vamos a engañar, (Des)encanto es completamente diferente a las otras ficciones de Groening pero, al mismo tiempo, muy similar -¿si es que esto tiene sentido?-. Los primeros episodios incluyen algunas bromas que te recordarán al estilo del creador y la animación lleva la inconfundible marca de la casa, pero, en general, es un producto nuevo. Por eso, recomendamos verla con la mente abierta y ojos nuevos para disfrutarla al máximo.
La trama se ambienta en el mundo medieval de Dreamland, un lugar lleno de criaturas de decenas de especies donde puede pasar de todo. Aún sin saber lo que los guionistas han preparado, parece el lugar perfecto para dar rienda suelta a la imaginación y dejar que Bean viva aventuras a cual más absurda y disparatada -y, de nuevo, no queremos comparar, pero, ¿no sería genial que siguiese la senda marcada por Futurama? -.
Críticas descafeinadas y feminismo por mejorar
Groening continúa siendo igual de crítico con la sociedad que hace décadas; sin embargo, después del éxito de Big Mouth o F is for family -ambas producciones de la misma plataforma- se echa de menos un guion más atrevido y sin escrúpulos. (Des)encanto no se dirige específicamente al público adulto, sino a gente de diferentes edades, lo que resulta en un producto algo descafeinado. Da la sensación de que la serie podría dar un paso adelante si los guionistas arriesgasen un poco más y dejasen atrás la corrección política.
Que la serie esté protagonizada por una princesa alcohólica que lucha contra los estereotipos y el protocolo impuesto es, claramente, un acercamiento consciente al movimiento feminista que se ha implantado con fuerza en la industria. Por este mismo motivo, Bean no puede estar acompañada por un elfo cuya única motivación para acompañarla, aparentemente, es su interés amoroso. Se queda anticuado al lado de la independencia de la protagonista y su demonio personal, Luci, que es de lo mejor de la serie. Aporta los mejores comentarios y es la parte más crítica de la animación, por lo que esperamos que dé mucho juego.
En definitiva y, tras ver únicamente los dos primeros episodios, podemos decir que (Des)encanto tiene un buen arranque pero esperamos que cobre fuerza a medida que se desarrolla la historia. Al fin y al cabo, tiene los ingredientes necesarios para ser uno de los 'must' de Netflix y cuenta con un equipo que ya ha demostrado su habilidad para crear clásicos televisivos. ¡Qué bien que Matt Groening esté de vuelta!
Lo mejor: Tiene su estilo propio, pero mantiene la esencia del mejor Matt Groening
Lo peor: El elfo y su pequeña perversión
¿La seguiría viendo?: ¡Por supuesto! Dos episodios de una comedia así saben a poco y no dejan de ser una introducción. Lo mejor está por llegar.
