Este otoño The Walking Dead cumple ocho años desde que se estrenase su primera temporada de seis episodios y lo cierto es que pocos de los supervivientes que formaron parte del campamento de Atlanta siguen con vida a estas alturas del apocalipsis. A medida que la serie ha avanzado en el tiempo hemos visto la llegada de numerosas caras nuevas, mientras que también hemos tenido que despedir a queridos personajes.
Sin embargo, mientras algunos de ellos se digieren mejor debido a que ya fueron sentenciados sobre el papel -siendo el caso de Glenn como víctima del sanguinario Negan el primer nombre que se nos viene a la cabeza-, otros no sólo murieron antes de tiempo, sino que siguen con vida en los cómics actualmente. El ejemplo más claro es, obviamente, el de Carl Grimes (Chandler Riggs), no sólo por la cercanía del suceso, sino por la importancia del personaje en la historia.
Eso sí, si echamos la vista atrás hasta la tercera temporada, recordaremos un caso parecido: el de Andrea, un personaje muy importante y querido de los cómics de Robert Kirkman que era interpretado por la actriz Laurie Holden.
Holden se ha convertido en noticia esta semana por su reciente fichaje por una de las apuestas de Fox para la temporada 2018-2019, Proven Innocent, en la que compartirá protagonismo con nada más y nada menos que el veterano Kelsey Grammer. La serie se trata de un drama legal en la que la ex de The Walking Dead interpretará a la interesada y ambiciosa mujer del protagonista de Frasier, pero ¿qué más ha hecho Laurie Holden desde su salida de la ficción zombi?
Sin duda su papel más importante ha sido en la aclamadísima The Americans, en la que ha interpretado el papel recurrente de Renee en su quinta y sexta temporada. Además, Holden ha tenido pequeños papeles en Major Crimes y Chicago Fire, así como en la película Dos tontos todavía más tontos, pero hasta la fecha no se había hecho con un personaje principal.
Sin duda, su inesperada salida de The Walking Dead supuso para Holden la pérdida de su personaje más importante y ella misma explicaba hace un par de años que no tendría que haber sucedido: "Tenía un contrato de ocho años y se suponía que estaría hasta el final. Iba a terminar con Rick. Se suponía que iba a salvar Woodbury a caballo y que iba a comprar una casa en Atlanta. Me llamaron la noche anterior a las 10 en punto mientras estaba rodando. Era el 'showrunner' de la serie que ya no forma parte de The Walking Dead diciéndome que no podían escribir el episodio y que iba a matar a mi personaje. [...] Sentí como si me disparasen".