George R.R. Martin, el autor de la saga de novelas Canción de hielo y fuego de la que Juego de Tronos es adaptación, ha respondido a las preguntas del equipo de New York Times para el último número de la prestigiosa revista, en el que el escritor estadounidense protagoniza una de las portadas.
Una de las preguntas -en la que uno de los empleados de la famosa publicación preguntaba por su opinión respecto al paralelismo que han hecho algunos sobre la serie y el cambio climático-, ha dado lugar a una interesante respuesta en la que Martin asegura que, aunque cuando escribió la primera novela no se hablaba de cambio climático, el paralelismo es claro:
"Es irónico porque empecé a escribir Juego de Tronos allá por 1991, mucho antes de que alguien hablase del cambio climático", explica. "Pero hay, en un sentido muy amplio, cierto paralelismo ahí. La gente en Poniente está librando sus batallas individuales sobre poder, estatus y riqueza. Y eso les distrae tanto que ignoran la amenaza de 'se acerca el invierno', que tiene el potencial de destruirlos a todos y destruir su mundo".
Y hay un gran paralelismo ahí con lo que, yo creo, está haciendo este planeta, donde estamos librando nuestras propias batallas. Estamos luchando por problemas, importantes problemas, como la política exterior, política interior, derechos civiles, responsabilidad social, justicia social... Todo son cosas importantes.
Pero mientras nos estamos machacando con esto y gastando tanta energia, existe la amenaza del cambio climático, que está comprobado por la mayoría de los estudios y el 99.9% de la comunidad científica. Y realmente tiene el potencial de destruir nuestro mundo