La séptima temporada de Juego de Tronos terminó con Jon Snow (Kit Harington) arrodillándose, por fin, ante Daenerys (Emilia Clarke). Ambos han forjado algo más que una alianza para poder hacer frente a un mal mayor: el ejército de caminantes blancos que está por venir.
Aunque todavía se desconoce cómo va a afectar esta situación a la trama de la octava entrega de la ficción, EW ha averiguado cómo encajará esto un importante personaje: Sansa (Sophie Turner), quien se había quedado al cargo de Invernalia durante la ausencia de Jon, no aceptará nada bien que su hermano haya decidido ponerse bajo el mando de la khaleesi. Así lo explica dicho medio, desde donde han tenido la oportunidad de acudir a una jornada del rodaje:
Cómo se llevan estos dos favoritos de los fans es la mayor parte del drama de esta temporada (bueno, aquí hay adelanto específico del primer episodio: a Sansa no le emociona que Jon se haya arrodillado ante su estupenda novia Targaryen, al menos no al principio).
Es decir, la joven Stark podría llegar a llevarse bien con este personaje más adelante. Ambas tendrá, por finr, un esperado encuentro. Sin embargo, de primeras, habrá alguna que otra traba que, probablemente, afecte al devenir de los acontecimientos.
La octava y última temporada de Juego de Tronos llegará en algún momento de 2019.
Fuente: Entertainment Weekly
'Juego de Tronos': todo lo que se sabe sobre la octava temporada