Si has entrado este fin de semana en redes sociales seguro que habrás notado que hay una palabra que se repite en casi todas las conversaciones, Bandersnatch. Ese es el nombre de la película interactiva que han creado los responsables de Black Mirror para Netflix, el hogar de la ficción británica desde 2015, y seguramente el mejor lugar para un proyecto de estas características.
Lo que ha cautivado a los espectadores de esta producción es su base, 'elige tu propia aventura'. Todo lo que sucede en la pantalla depende de las elecciones que hagamos, en función de eso los personajes y la historia avanzará de una forma u otra, permitiendo que puedas disfrutar la ficción en menos de una hora o que necesites al menos dos horas para descubrir todo lo que Bandersnatch oculta. En Wired se han adentrado en este trabajo de 18 meses de planificación, producción y sufrimiento para explicar cómo ha surgido todo.
La idea de este episodio interactivo nació de Netflix, en concreto de Carla Engelbrecth y su equipo, quien, como responsable de la programación familiar y los productos infantiles, empezó a pensar más allá, imaginando un proyecto interactivo en alguna de las ficciones para los más pequeños. Allí comenzaron a hacer pruebas, y poco después Engelbrecht y Todd Yellin, jefe de producción, se dieron cuenta que querían dar el salto a la acción real. Cuando Black Mirror llegó a Netflix, no dudaron en hablar con el creador de la serie Charlie Brooker y la productora Annabel Jones, para convencerles. Las conversaciones no fueron bien.
Desde el principio el 'showrunner' de la ficción estaba en contra de esta idea señalando que no encajaba bien con Black Mirror, hasta que se le iluminó la mente. Semanas después Brooker y Jones tuvieron la idea de cómo podrían abordar ese concepto de interacción con el espectador: a través de un diseñador de videojuegos de los años 80 que intenta adaptar una novela de aventuras de 'elige tu propia aventura' a la pantalla.
A partir de ese momento llegaron varias semanas y meses de análisis de la historia, borradores y muchas conversaciones, y sí, crisis nerviosas. "Normalmente [en los episodios normales de Black Mirror] tenemos una, no 12 seguidas", ha explicado Brooker para el citado medio. La primera decisión que los espectadores tienen que realizar, y quizá una de las más sencillas pero significativas sea qué cereales va a desayunar Stephan (Fionn Whitehead). Comienza la aventura.
Con esta idea, que bebe directamente de los videojuegos con un tutorial al inicio, desde Netflix y desde Black Mirror pretenden dar un paso más allá en la producción audiovisual. Tu, la persona que está detrás de la pantalla es la que tiene el poder sobre lo que le sucederá al protagonista a continuación. Si no haces nada puedes disfrutar de una cinta de 90 minutos, pero ¿no se trata de elegir tu aventura? En el momento en el que empiezas a tomar decisiones la película puede durar desde una hora hasta más de dos horas, y es que al final la curiosidad sobre los distintos finales posibles atrapa a los fans.
Para Netflix este es solo el comienzo de lo que está por venir, solo han arañado la superficie.
