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    'Friends' y su gran problema con la diversidad

    La actriz Aisha Tyler (Charlie Wheeler) ha hablado sobre su llegada a la serie y el cambio que eso supuso.

    NBC

    Actualmente, Friends sigue teniendo la misma fuerza que cuando fue estrenada hace más de 20 años, lo que resulta muy curioso teniendo en cuenta las polémicas que están saliendo a la luz ahora que está siendo analizada desde un ojo crítico mucho más inclusivo. Dejando a un lado los problemas con la trama de La Mónica gorda o la madre transexual de Chandler, la 'sitcom' también tenía un grave problema en cuanto a diversidad racial.

    La actriz Aisha Tyler dio vida a la Dra. Charlie Wheeler, la paleontóloga que tiene una relación con Joey y posteriormente con Ross, y fue uno de los pocos personajes no caucásicos de la comedia. En una entrevista con The Guardian, Tyler reconoce que la raza de Charlie no estaba escrita en el guion y, una vez que fue elegida, estaba segura de que habían contado con ella porque era la que mejor encajaba en el papel. Eso sí, señala que su elección fue importante para solucionar la "representación irrealista" de la sociedad que tenía la serie.

    La gente de color siempre lo tuvo en cuenta. Incluso en aquella época, la gente siempre decía que Friends no tenía tanta diversidad como el Manhattan de la vida real

    "Mi personaje no estaba escrito para que fuese una mujer de color e hice la audición con otras mujeres de diferentes etnias [...] Sabía que era algo nuevo para la serie y era importante porque se trataba de una serie ambientada en Manhattan que era casi completamente caucásica. Era una representación irrealista de lo que el mundo real parecía", continúa Tyler.

    El estereotipo italiamericano

    Mientras el caso de Charlie es conocido por todos los fans de la serie y aceptado por medio mundo, pocos han recaído en una escena protagonizada por Paolo, el novio italiano de Rachel. En un momento de la primera temporada, Phoebe da un masaje a Paolo y este le agarra el culo. Cosimo Fusco ha declarado que lo vio como algo "irrespetuoso" y que recurría a un estereotipo que no dejaba en buen lugar a los italianos.

    "Tuve un problema con cómo me retrataron, como si los chicos de Italia fuesen así. Lo que querían que hiciese era muy irrespetuoso, pero recuerdo que fuimos capaces de encontrar un compromiso, así que me sentí cómodo", explica Fusco.

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