El sábado 9 de marzo se estrenaban en Movistar+ los dos episodios que forman Leaving Neverland, el documental sobre dos niños -ahora adultos- que aseguran que Michael Jackson abusó sexualmente de ellos durante mucho tiempo, y que hasta hace pocos años no han sido capaces revelar los abusos a los que fueron sometidos en varios lugares, entre ellos Neverland.
En 1993 y 2005 el Rey del Pop se enfrentó a las acusaciones públicas de dos jóvenes que afirmaban que este había abusado de ellos, en el caso del primero todo se zanjó con un acuerdo económico mientras que el segundo terminó en un juicio muy polémico. En el primero de ellos tanto Wade Robson como James Safechuck testificaron en favor de Jackson, pero en el siguiente juicio solo Robson acudió a los tribunales a defender al artista. Esta es la videocrítica de SensaCine sobre uno de los documentales más inquietantes.
Juntos narran su historia en este documental dirigido por Dan Reed, una que ya ha dividido a los seguidores de Jackson. "Es un documental que de forma es muy sencillo, básicamente son ellos contando su experiencia con Michael Jackson desde que le conocieron. Y digo que no es un juicio, dado que Jackson superó las dos causas que tenía por lo que siempre hablaremos de presunta culpabilidad. Pero los testimonios son tan gráficos, tienen tanto detalle, y las imágenes de archivo que aparecen son tan clarificadoras, que son absolutamente escalofriantes. Dejaban ver claramente que Michael Jackson era una persona que estaba bastante hecho polvo de la cabeza".
El punto de partida del documental es verdad, es que lo que los chicos cuentan es cierto, por lo que no es una película o serie sobre el cantante si no sobre las víctimas, ellos son los protagonistas. "Creo que es importante porque es un documental que empuja a hablar. Siempre dentro de la pederastia hay alguien con mucho poder que se aprovecha de alguien muy inocente".
"Leaving Neverland es terrorífico", asegura el crítico Alejandro G. Calvo, y es que cuando tienen lugar estos abusos Michael Jackson tiene un nivel de popularidad increíblemente alto, por lo que el poder que tenía sobre estos niños era abismal. "Una opción es que Michael Jackson estaba mal de la cabeza, y la otra es que era un depredador sexual frío y calculador. Y que su rancho de Neverland era como la casa de la bruja Hansel y Gretel".
