El final de Juego de Tronos se ha emitido este domingo 19 de mayo y los fans están divididos. Muchos piensan que esta temporada ha sido floja y por ello su final ha estado en la misma línea, mientras que otros le dan un aprobado y unos pocos aplauden con fuerza los últimos compases de la serie. Lo que está claro es que desde el momento en el que David Benioff y D.B. Weiss comenzaron a alejar las tramas de la ficción de las novelas de George R.R. Martin todo ha ido para abajo.
La saga Canción de hielo y fuego ha sido la principal fuente de inspiración para los 'showrunners' de Juego de Tronos y es que ahí nacen todas las historias de Poniente, y es lógico que ahí terminen también. Una escena del 8x06 tiene precisamente esa historia como protagonista. Sam (John Bradley) le hace entrega a Tyrion (Peter Dinklage) de un libro escrito por el Gran Maestre Ebrose en el que se narra todo lo ocurrido tras el reinado de Robert Baratheon y se llama 'Canción de hielo y fuego'.
Es decir, la historia que hemos visto en Juego de Tronos está al completo en dicho manuscrito, a excepción de Tyrion que ya sabemos que no forma parte del mismo. En la séptima temporada el propio Ebrose le habla a Sam sobre él, permitiendo así que naciesen las teorías de Sam como narrador omnisciente de todo lo que sucede en Poniente.
Esta escena, que ya tiene detractores, ha sido comparada con El Señor de los Anillos y es que al final de la trilogía vemos a Bilbo y Frodo Bolson comenzar a escribir novelas sobre sus aventuras con el anillo único, en un claro guiño a J.R.R. Tolkien. Ahora este 'easter-egg' es para George R.R. Martin, es más, al igual que el estado actual de dicha saga, esta versión de 'Canción de hielo y fuego' también está pausada antes de la última temporada, dado que ha sido escrita antes de las batallas de Invernalia y de Desembarco del Rey.