Junto al final del Universo Cinematográfico de Marvel, el de Juego de Tronos es uno de los grandes momentos del año para los fans de las series y el cine. Este adiós que ha tenido lugar el domingo 19 de mayo, ha congreado a millones de espectadores delante de las pantallas, todos ellos esperando al momento en el que se baje el telón, que en este caso es Jon Nieve dirigiéndose a un lugar desconocido más allá del Muro junto a los salvajes.
El personaje de Kit Harington es expulsado de Poniente y enviado al Castillo Negro como forma de castigo por matar a la reina, a Daenerys Targaryen (Emilia Clarke). A su llegada al que fue su hogar, el 'bastardo' se reencuentra con Tormund (Kristofer Hivju) y decide emprender un camino junto a él y los Salvajes más allá del Muro. Así se asume que no regresará al sur, que no volverá a ver a su familia y que su historia a partir de ahora estará muy lejos de las luchas de poder que le han acompañado desde su nacimiento.
En el último instante del episodio se puede ver una planta verde aparecer entre la nieve, este es un símbolo de algo muy importante: la primavera viene. Tras un largo invierno en el que han tenido que enfrentarse a los Caminantes Blancos y entre ellos, ahora se acerca el buen tiempo, se acerca el calor y se acercan cambios. Desde el principio de Juego de Tronos a los espectadores les ha acompañado la promesa de que el invierno llegará, al final de la sexta temporada por fin llegó y ahora parece que los protagonistas están cerca de ver su final y la llegada de una nueva estación.
Esto es también un guiño a la última novela de George R.R. Martin dentro de la saga Canción de hielo y fuego. Pese a que el autor aún no ha publicado el sexto título, 'Vientos de invierno', ya conocemos que el final de su saga tendrá como nombre, 'A Dream of Spring', es decir, 'Un sueño de primavera'. Así, queda claro que en ambas novelas veremos a los personajes pasar el duro invierno, y sobrevivir a él, al menos lo suficiente para ver los principios de una nueva época.