En 1990, Terry Pratchett y Neil Gaiman, dos de los mayores escritores de fantasía, hicieron un experimento: escribir a cuatro manos una parodia de William the Antichrist, de Richard Crompton. El resultado fue Buenos presagios, el libro de Gaiman que comenzaría una fructífera trayectoria y cuyo legado ha calado hasta hoy, cuando se ha convertido en serie de televisión gracias a Amazon. En España llega con el título en inglés, Good Omens, y cargada de grandes expectativas. Al fin y al cabo, American Gods, la gran novela del autor, hizo mucho ruido en el momento de su estreno, a pesar de que no convenció del todo.
Particularmente, no soy muy seguidora de Gaiman -lo sé, perdón, pero ¡sigue leyendo!-. No he disfrutado demasiado con sus novelas ni con la adaptación de American Gods, por lo que he tenido la suerte de disfrutar de Good Omens con la mente completamente vacía de ideas preconcebidas o preocupaciones por la fidelidad al texto. Y lo cierto es que me ha enganchado desde el principio. Me ha enganchado su comedia negra, la estética cuidada, el conjunto de los personajes, la elección del reparto... Me ha entusiasmado de una manera tan inesperada que aún me pregunto a mí misma si no estaré siendo víctima del 'hype'. Pero no, Good Omens es una serie hecha con mucho cariño. Y ya está, lo acepto.
La pareja protagonista formada por Crowley (David Tennant), un ángel caído, y Azirafel (Michael Sheen), ángel y vendedor de libros, es una nueva versión de La extraña pareja que tantas veces hemos visto en cine y series, pero sigue funcionando a la perfección. A simple vista, la amistad milenaria de dos seres celestiales puede despertar poco (o cero) interés, pero gracias a la interpretación de Tennant y a la representación del mundo de los humanos a través de su perspectiva es una relación de lo más interesante.
Tennant y Sheen son los protagonistas indudables, pero el resto de miembros del reparto -compuesto, entre otros, por Jon Hamm (Mad Men), Frances McDormand (Tres anuncios en las afueras) y Mireille Enos (The Killing)- también han construido personajes por los que es fácil interesarse. Al final, es un conjunto muy entretenido y particular.
Al puro estilo de Bryan Fuller
La producción original de Amazon Prime Video es una comedia fantástica que deja un regusto de lo más refrescante. La mezcla de buen ritmo, diálogos divertidos y escenas surrealistas hacen que te olvides de que cada episodio dura casi una hora. Hay que reconocer que cada vez nos cuesta más ver series con episodios largos y, sobre todo, densos, pero con la producción de Gaiman tienes la impresión de estar viendo una ficción ligera y elaborada a partes iguales.
Es una sensación similar a la que provocan las ficciones de Bryan Fuller. El estadounidense es creador de propuestas tan originales como Tan muertos como yo y Criando malvas. Ambas hablan de la muerte -tema espinoso donde los haya- en un mundo de cuento de hadas, con colores vivos y personajes de sonrisa permanente. Aunque en Good Omens falta alguno de esos ingredientes, la serie nos traslada al universo de Fuller, algo que se disfruta. Y mucho.
La adaptación más fiel
En realidad, la serie se basa en un material de tan buena calidad que era difícil que tuviese una trama pobre o personajes poco interesantes -sí, no soy fan del escritor, pero reconozco que este libro me ha entrado mejor que otros-. Al fin y al cabo, es una adaptación absolutamente fiel a la novela: los personajes recitan palabra por palabra los diálogos, los momentos clave -incluidos los más complicados, como el texto que explica el momento exacto de la Creación- han sido recreados con todo lujo de detalles... ¡Incluso respetan las referencias musicales!
Parece que el equipo no ha querido arriesgarse demasiado y cabrear a un fan. También es entendible, Gaiman lleva mucho tiempo intentando desarrollar esta historia, especialmente después de que Pratchett le pidiese antes de morir que continuase adelante con el proyecto. Aquí ejerce de 'showrunner' y ha tenido el control del guion, por lo que ha respetado al pie de la letra lo que ambos escribieron hace casi 30 años.
Una miniserie perfecta para descansar de 'Juego de tronos'
Ahora que todos estamos con la resaca post Juego de tronos, no está de más pensar en una ficción corta que nos ayude a cambiar de aires. Good Omens es una digna sucesora. Por el momento, es una miniserie de seis episodios que se pueden ver en una semana. Aún no se ha hablado de una segunda temporada y tampoco se espera; sin embargo, no hay que olvidar que Gaiman tiene un acuerdo en exclusiva con Amazon y que es dueño y señor de la historia, por lo tanto, tiene libertad total para hacer con ella lo que quiera.
Good Omens se podrá ver en Amazon Prime Video a partir del 31 de mayo.