El cuento de la criada nos cautivaba por completo con su primera temporada hace ahora dos años al presentarnos una desgarradora historia, sacada directamente de la obra homónima de Margaret Atwood, ambientada en la República de Gilead, un lugar -que antes conocíamos como Estados Unidos- reconvertido en un regimen dictatorial en el que la mujer que no valía nada y cuyo funcionamiento nos puso los pelos de punta. La primera entrega de la también conocida por su título original, The Handmaid's Tale, arrasó en las ediciones de los más prestigiosos premios que siguieron a su emisión -siendo proclamada como 'Mejor serie dramática' tanto en los Emmy como en los Globos de Oro- y también se convirtió en símbolo feminista y de protesta social.
Entonces nos había atrapado por completo la forma en que Bruce Miller, encargado de la adaptación, había plasmado Gilead en pantalla, desgranando poco a poco el funcionamiento de la nueva sociedad, al tiempo que explicaba cómo había llegado a ser instaurada. En ella asistíamos además a la descorazonadora violación apodada ceremonia y comprobábamos cómo la violencia podía a la resistencia. Sin tregua. El halo de esperanza post-Gilead llegaría en su segunda temporada, una entrega más empoderadora en la que June/Defred (Elisabeth Moss) daba a luz a su hija con Nick (Max Minghella) y en la que asistíamos a un punto de inflexión que resultaría absolutamente determinante: el despertar de Serena (Yvonne Strahovski). La misma que había ayudado a instaurar Gilead sólo necesitó conocer a su hija -la hija de Defred- para descubrir que, de ninguna manera, quería que Nichole creciese en ella.
En una intensa recta final, la segunda entrega de El cuento de la criada se despedía con un un 'cliffhanger' que dejaba a muchos gritándole a la pantalla. Cara a cara con la oportunidad definitiva de escapar de Gilead, June entregaba a Nichole a Emily (Alexis Bledel) para que huyese con ella a Canadá y decidía quedarse atrás.
¿Y ahora qué? Más fisuras en Gilead y la dinámica June-Comandante Lawrence protagonizan la tercera temporada
Sin concesiones y prescindiendo por completo de un salto temporal de ningún tipo por pequeño que fuese, la tercera temporada devuelve directamente a los espectadores a esa inevitable sencación de '¡¿Y ahora qué?!' del final de la segunda: '¿Por qué no has huído con Nicholes, June?'. '¡¿Qué vas a hacer ahora?!'.
Como ya podíamos imaginar entonces, el recién introducido Comandante Joseph Lawrence (Bradley Whitford) gana peso en esta tercera temporada -de la que hemos podido ver los tres primeros episodios- y se convierte en una de las piezas clave en el tablero. No sólo las interpretaciones tanto de Whitford como de Moss compartiendo escenario son magistrales, sino que la dinámica protagonizada por June y el arquitecto económico de Gilead resulta muy interesante en los primeros episodios. Podemos asumir que la relación que se establece entre ambos será clave en el viaje de June para lograr sus objetivos, pero Lawrence se mantiene como un personaje oscuro cuyo papel y posición respecto a Gilead seguimos sin tener claro.
Si la primera entrega nos presentaba Gilead y la segunda, más intensa y ya abordando territorio no explorado por la novela de Atwood, comenzaba a destruir los cimientos de Gilead y a plantar una semilla de esperanza, en la la tercera temporada se intensifica el elemento 'thriller' y nos presenta a una June más combativa, muy, muy lejos del papel de criada que jugaba en la primera entrega y dispuesta a asumir los riesgos de no haber huído a Canadá. Para que el viaje de June pueda continuar son necesarias, además de la intrigante presencia de Lawrence, fisuras aún mayores en la estructura de Gilead que la tercera temporada presenta en sus primeros episodios a través de la red de Marthas que tan determinante fuera en el final de la segunda entrega y que resulta ser aún mayor.
Hablando de la tercera entrega hay que destacar necesariamente el podería interpretativo de sus protagonistas, no sólo de una brillante Elisabeth Moss capaz de provocar todo tipo de emociones en el espectador, sino de Bradley Whitford en su ambiguo papel y, especialmente, la de Yvonne Strahovski como una Serena que parece haber roto por completo con su postura ideológica.
Vistos los tres primeros episodios de esta nueva temporada de The Handmaid's Tale, la evolucion de la serie es clara, pero la historia de June se aproxima inevitablemente a un punto final que probablemente no llegue con su tercera entrega. Confiamos que Bruce Miller sabrá cuándo es el momento de cerrar la historia de June o de pulsar los botones adecuados para revigorizar la historia y cumplir con aquellos deseos de hacer temporadas que había adelantado con anterioridad.
La tercera temporada de El cuento de la criada se estrena en HBO España el próximo 6 de junio.