Chernobyl se ha convertido en el nuevo fenómeno de HBO coincidiendo con el final de Juego de tronos. La serie cuenta en cinco episodios el desastre nuclear que tuvo lugar en 1986 en Ucrania y ya ocupa los primeros puestos en el ranking de ficciones mejor valoradas en IMDb. El creador, Craig Mazin, ha explicado en una entrevista con el medio Vox que era importante contar una versión "menos dramática" de los eventos para poder narrar algo más auténtico.
Mazin ha declarado que, si tenían alguna duda sobre como contar algún episodio de lo ocurrido, se decidían por hacerlo lo menos sensacionalista posible.
Ha quedado claro que hay ciertos aspectos de la historia sobre los que todo el mundo está de acuerdo. Esas historias me parecieron aterradoras e impactantes. Desde ese momento, si había algún conflicto [al elegirlas], iba por las menos dramáticas, menos impactantes, menos sensacionalistas... porque ya teníamos bastante
El creador también explica que tuvieron ciertas complicaciones para contar la historia de la manera más exacta posible: "Cada vez que preparas las cosas para hacerte parecer mejor, corres el peligro de quebrantarlo todo. Estamos trabajando con una historia oral. Hay mucho material escrito, pero ese material a veces se contradice. Es una historia que tuvo lugar en una sociedad cerrada. Hay muchos retos ahí".
Un ejemplo de esto es la historia de los tres hombres que bucearon hasta el fondo del reactor 4 para drenar el agua altamente radioactiva y evitar una explosión. Todas las historias que Mazin había escuchado hasta ahora aseguraban que murieron dos semanas después, pero a seis meses del rodaje, encontró un nuevo libro en su investigación, 01:23:40:
"Un tipo llamado Andrew Leatherbarrow, un Chernobylólogo amateur, escribió un libro increíble [que contenía la misma historia de los buceadores que los demás]. Luego lo cambió porque había investigado más y había descubierto que esos tipos no murieron. No estaban completamente sumergidos en agua y dos de ellos siguen vivos".