The Shield, The Wire, Canción triste de Hill Street, True Detective, Blue Bloods, Ley y Orden, Shades of Blue, Chicago P.D., Castle, CSI, Luther, Mindhunter, Policías de Nueva York, El comisario, Los hombres de Paco, Policías, en el corazón de la calle, Servir y proteger... Esta es una pequeña muestra de la extensa lista de títulos policiacos que han pasado por la pequeña pantalla a lo largo de los últimos tiempos. Aunque es un género que siempre ha despertado un gran interés entre los espectadores, en los últimos años el número de ficciones centradas en esta profesión ha aumentado, sobre todo a nivel internacional.
Siempre he sido una gran seguidora de este tipo de producciones -incluso de aquella en la que sus protagonistas iban en bici, sí, Pacific Blue. Y en más de una ocasión me he preguntado hasta qué punto eran reales los casos liderados por el detective Jimmy McNulty de The Wire, el comisario Gerardo Castilla de El comisario o los de Martin Hart y Rustin Cohle de la primera temporada de True Detective. ¿Qué mejor que los propios miembros del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local para descubrirnos si lo que vemos en esas series se acerca a la realidad y si se sienten identificados con sus homólogos? Diez han sido los agentes, hombres y mujeres de entre 26 y 56 años, que han participado en este pequeño estudio para saber cuáles son las series que mejor reflejan su día a día. Quizá, después de leer las siguientes líneas, veas con otros ojos a tu protector de la ley favorito.
The Wire se postula como una de las ficciones mejor valoradas dentro del Cuerpo por su manera "tan realista" de retratar las cosas "desde un punto de vista policial". Nos lo cuenta CEG, agente de Policía Local. JJ, subinspector de la Policía Nacional, asegura a su vez que le gusta porque en ella "los agentes no son todos guapos y unos chulos. [Porque] ahora parece que tienen que ser bellezas para ser policías". Para D, miembro de la Unidad de Encubiertos de la Policía Nacional, es la mejor "desde el punto de vista judicial y policial", aunque sugiere que, en el aspecto operativo, "sin lugar a dudas la más realista es The Shield". Por su parte, LLR, miembro de la Unidad Especial de Caballería de la Policía Nacional, se atreve a afirmar que es el producto televisivo que "mejor representa la dificultad de trabajar en esta profesión". Aunque también hay compañeros que están en el lado opuesto y que consideran que no es una de las mejores. Es el caso de DLD, de la Policía Local, que opina que "es demasiado lenta".
Pero no siempre lo mejor, en este caso The Wire, es lo que más gusta. He descubierto que a la hora de recomendar una serie policiaca hay más diversidad de opinión y son varias las que los agentes con los que he tenido el placer de charlar tienen como favoritas. Caso abierto, Fariña, Canción triste de Hill Street, Policías de Nueva York, CSI, Rockie Blue, Fargo, El mentalista... Aunque, pese a ser sus preferidas, reconocen que "ninguna" refleja a la perfección el día a día en el Cuerpo. Como apunta JJ, "la realidad supera la ficción". "Son bastante surrealistas en general", añade DLD. Sin embargo, para SMO, Policía Local de Guadalajara, hay una excepción, la española Policías, en el corazón de la calle, que es "la que mejor reflejaba" como es trabajar dentro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Nacional vs. Internacional
Aprovechando la mención de una de las series españolas de policías más conocidas de comienzos de los 2000, con el permiso de El comisario y Los hombres de Paco, me asaltó la duda de si los agentes ven diferencias entre las ficciones nacionales e internacionales. Curiosamente, las opiniones se dividen y cuatro de los diez entrevistados afirman rotundamente que las producciones españolas son "mucho más realistas" porque se centran más en "la vida cotidiana de un policía". Las extranjeras, por el contrario, "buscan el espectáculo", como nos confiesa DLD.
Tres de los agentes que han participado en estas entrevistas se sitúan en el bando contrario y declaran que son las internacionales las más fieles a la realidad policial. En este sentido, CEG cree que el motivo de que las ficciones españolas sean "menos realistas es que cuentan con un presupuesto menor y actores de peor calidad". FLS, otro agente de la Unidad Especial de Caballería de la Policía Nacional, resume el modo de proceder de los estrenos nacionales con la siguiente frase: "Son un poco fantasmas".
Pese a esta división de opiniones, todos coinciden en que las extranjeras tienen un mayor tirón entre el público. Para JSC, la razón de que gusten más las de fuera no es otra que el poder que suelen tener para "mantener la trama sin tanta evidencia". Pero también, explica LLR, otro de los aspectos por los que nos atraen en mayor medida es porque tienen "más espectáculo, más acción y más planos fuera del estudio". DLD critica que suelen mostrar "situaciones más surrealistas" hasta el punto de verlas más cercanas a "la ciencia ficción que a la profesión policial". Como curiosidad, SMO reconoce que, como todos, lo que busca un policía cuando se sienta frente al televisor son "series que entretengan [y] no que nos enseñen la realidad. Porque para eso ya tenemos nuestro día a día".
¿La realidad supera la ficción?
Es cierto que, aunque la realidad supera la ficción, algunas de las series del género muestran situaciones que cuesta creer que puedan darse en la vida real. Varios de los agentes con los que he hablado coinciden en que dentro de los aspectos más surrealistas llaman la atención las escenas de disparos.
Disparan 40 veces a alguien y no le pasa nada [JJ]
Además de las secuencias de enfrentamientos armados, las centradas en persecuciones automovilísticas también son para dar de comer aparte. "Un coche sale volando, da diez vueltas de campana y no les ocurre nada a sus ocupantes", responde no sin falta de gracia JJ. Y no hay que olvidar, como saca a colación CEG, de "lo rápido que llegan a resolver un caso, con una o dos pruebas que encuentran"; son capaces de "descubrir al asesino sólo con un trozo de hueso", señala con sorpresa FLS. A D también le choca en general otro de los elementos recurrentes en estas narraciones: la recompensa y el mérito al policía más formado y profesional. "Es mentira", concluye.
La mitad de los agentes que ha accedido a participar admite que la realidad sí supera la ficción porque, como explica CEG, "es mucho más imprevista. No sabes qué te puede surgir, mientras que en las series lo ves venir". En cambio, la otra mitad coincide en que las producciones televisivas suelen exagerar las situaciones para adaptarlas al gusto de los espectadores.
Pero es inevitable pensar, cuando no conoces desde dentro lo que ocurre en el Cuerpo, que lo que vemos en la pequeña pantalla es real. Y, según reconocen los agentes, reciben muchas preguntas de sus amigos y seres queridos para comprobar qué es cierto y qué no lo es.
Lo que más curiosidad genera es el tema de las drogas [CEG]
De llamadas, drogas y policías científicos
Hemos invitado a los participantes a desmontar algunos mitos que se alejan mucho de lo que ocurre realmente en cada situación. Ante todo, LLR quiere dejar claro que "los policías son ciudadanos con los mismos derechos y obligaciones que el resto". Para JJ, algo que es fundamental que tengamos en cuenta es que "la llamada que puede realizar el detenido no la realiza él, sino que es la Policía la que comunica su detención". CEG también desarma el mito de las "cantidades de droga para consumo propio" y DLD hace lo propio con el prototipo de agente que trabaja como CSI. "La policía científica es un departamento muy especializado en el que los policías saben de ese tema. Pero no tienen esas capacidades intelectuales".
V, miembro de la Unidad Especial de Caballería de la Policía Nacional, considera que los espectadores "creen todo lo que ven en las series" y hace esta afirmación porque muchas series suelen usar estereotipos muy repetidos para retratar a los agentes. Policías guapos, altos, musculados, prepotentes, engreídos, violentos... Pero nada más lejos de la realidad. Según nos confiesan, a los agentes del Cuerpo les molesta, y bastante, que se les dibuje de esta forma y que se les meta a todos en el mismo saco. En definitiva, que den esa visión tan plana de cómo son y cómo trabajan.
Para CEG, los estereotipos están muy claros: "Policías jóvenes, guapos y fuertes, capaces de resolver muchos casos gracias a una intervención cuerpo a cuerpo [...] Se pierde el punto de vista del policía con tablas que piensa más allá". Para DLD, uno de los clichés más repetidos es el del "policía valiente", algo que, asegura, no es cierto porque "el policía es prudente y humano, a pesar de que tenga que arriesgarse en ciertas ocasiones". Por su parte, SMO reconoce que le "molesta el del policía pasota, malote y superhéroe". Lo mismo piensa JJ, a quien también le molesta "el típico policía chulo al que le disparan 40 veces y no le pasa nada". A LLR no le sienta nada bien que se piense que los agentes "somos violentos e irracionales. Se cree que maltratamos al resto de la población".
Reflejan que los policías de uniforme realizan una función represiva y opresora con sus detenciones y eso me molesta porque realmente el 90% de los servicios son asistenciales o de ayuda. La población tiene una visión negativa de la Policía [JSC]
En el lado opuesto, FLS considera que uno de los estereotipos que más se repiten es el que les dibuja como "personas que lo descubren todo, pero también el del típico policía sobrado". Con ello, reconoce que parece que "no se queda ningún caso sin resolver" y que la mayoría de los policías "está pringado cobrando horas extra". Y GOV, miembro del Grupo Operativo de Respuesta de la Policía Nacional, no se olvida de este prototipo de agente de policía "borracho y vago. Ya no quedan de esos".
Pese a ello, algunos de los protagonistas de este tipo de series merecen un reconocimiento especial por su forma de enfrentarse a situaciones difíciles. El favorito de D es Rust Cohle (Matthew McConaughey), del que destaca su interpretación en el famoso plano secuencia de seis minutos del capítulo 'Who Goes There' (1x04) de True DetectiveLLR admite que, a su parecer, quien mejor representa la faceta de policía es el Frank Regan de Tom Selleck en Blue Bloods, mientras que, para FLS, es el sargento Hank Voight (Jason Beghe) de Chicago P.D. En esta lista de 'ídolos' también entran Sam Swarek (Ben Bass) de Rookie Blue [CEG] y Horatio Caine (David Caruso) de CSI: Miami [DLD].
La gran proliferación de series de televisión de todos los géneros y temáticas ha generado que parte de los espectadores se hayan empezado a interesar por temas y profesiones que quizá de otro modo nunca les hubieran llamado la atención. ¿Han provocado, en el caso de las policiales, un aumento del interés de la población hasta el punto de querer formar parte del Cuerpo?
En este aspecto, las opiniones están bastante repartidas. Cinco de los encuestados niegan rotundamente que esto sea así. Para la otra mitad, estas series sí han provocado un crecimiento en la demanda de puestos de trabajo en esta profesión, un hecho que para CEG "es un punto a favor".
Y qué pasa con el 'true crime'
Plataformas de 'streaming' como Netflix y HBO han popularizado un fenómeno televisivo, el de los 'true crime', que, en formato más o menos documental, recrea, con la ayuda de testimonios y material de archivo, algunos de los casos más sonados de la sección de Sucesos. La desaparición de Madeleine, Las cintas de Ted Bundy, The Jinx, Making a Murderer y Beware the Slenderman son algunas de las últimas producciones basadas en hechos reales. ¿Pero qué opina sobre ellos este grupo de policías?
D lo tiene muy claro y espera que "no se produzcan más achicorias de estas, asesoradas 'ad hoc' por cuatro botarates asentados desde hace lustros en sus confortables despachos". JJ tampoco lo aprueba porque es una forma de "dar publicidad a los culpables, que terminan haciéndose famosos a costa de un crimen". SMO añade que "son ganas de ahondar en la herida". Sin embargo, otros de sus compañeros admiten que les gustaría ver convertidos en documental los casos de El asesino de Pioz [FLS], La Manada [DLD] y otros "enfocados a la violencia de género para que la gente se conciencie más" [CEG]. Lo que es seguro es que nosotros seguiremos enganchados a la pequeña pantalla.